Cristina Kirchner encabeza esta tarde su primera reunión de Consejo del Partido Justicialista como presidenta del peronismo nacional. En la sede partidaria de la calle Matheu 130, en el barrio porteño de Balvanera, conduce un encuentro de carácter formal, en el que la distribución de cargos en la estructura es uno de los objetivos, pero que tiene la relevancia política de funcionar como una muestra de peso interno tras el desafío de Axel Kicillof, que el sábado pasado lanzó una corriente interna.
La expresidenta -que asumió a fines del año pasado la titularidad del PJ- convocó a los 75 consejeros que integraron su lista interna “Primero, la Patria”. Se repartirán secretarías, y se hablará de las intervenciones del partido en Corrientes y Jujuy, pero las miradas están enfocadas en la reacción que pueda mostrar el cristinismo a la movida partidaria de Kicillof.
En la puerta de la calle Matheu se dispuso un vallado decorado con una bandera argentina. Un grupo de personas controla la entrada, están vestidos con remeras azules que tienen en su espalda un escudo peronista, dentro del cual figuran las iniciales “CFK presidenta”. Y una quincena de militantes aguardaba con dos banderas (“Cristina Conducción” y “Unidos y Organizados”) la llegada de la expresidenta.
La calma en la cuadra estuvo alterada unos minutos por la presencia de dos unidades de bomberos que llegaron para auxiliar a vecinos de una propiedad ubicada a metros de la sede del PJ, que habían quedado atrapados en un ascensor por un corte de luz. El inconveniente se solucionó rápido y el tránsito fluye en la calle.
La disputa entre Cristina y el gobernador de Buenos Aires recrudeció con el lanzamiento del Movimiento Derecho al Futuro, la nueva agrupación de Kicillof. El cristinismo criticó al mandatario provincial por su iniciativa, con voces de extrema lealtad a la Presidenta, como el senador Oscar Parrilli, entre otros. “Una agrupación peronista más”, minimizó un miembro del Consejo partidario.
La reunión partidaria tiene el trasfondo también de la disputa del año pasado entre Cristina y Ricardo Quintela, el gobernador de La Rioja que quiso competirle en la interna, pero fue inhabilitado por el partido y por la jueza María Servini, magistrada con competencia electoral. Quintela desea participar en las elecciones de este año con su línea Federales. Uno de los respaldos que tiene es el del exgobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá, que la semana pasada llamó “usurpadora” del PJ a Cristina Kirchner.
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