El paso del tiempo le permitió a Nati Jota hacer algunas revelaciones de su vida privada. Es que la conductora invitó a un famoso a su programa, Sería Increíble, y allí ambos se animaron a confesar cómo fue el affaire que tuvieron hace algunos años.
Es que Nati Jota recibió en su programa a Martín Pérez Disalvo, más conocido como Coscu. Allí ambos revelaron cómo fue la historia de amor que los unió durante un verano. “Yo la conozco desde hace mucho tiempo”, confesó el streamer. A lo que ella explicó: “Nos conocimos en Villa Gesell”.
En este contexto, Coscu sorprendió al contar algunos detalles de su amor de verano: “Nos dimos un par de besitos”. Ante la sorpresa de todos, procedió a contar más: “Yo le había dado un beso en Pueblo Límite, un muy buen beso. Todo fue perfecto porque la historia era de amor”.
“Yo la vi triste y la acompañé, caminamos y me contó algunas cosas familiares. Empezó a llover en la playa y nos quedamos hablando abajo de un techo. Ella estaba llorando. A mí me había gustado desde un principio”, reveló sobre el flechazo que sintió.
Tras este encuentro romántico, volvieron a verse las caras en un boliche, donde sellaron el amor: “Nos damos un superbeso y ella desaparece”.
Al verla irse, él le escribió esperando un último encuentro, sin embargo, la vio salir con otra persona: “Me fui al auto y me quedé con el celular en la mano. Era obvio que no iba a responder, pero yo seguía ilusionado. Yo la veo salir y estaba con un grupo de gente. Y dije: Bueno, perdí”.
Ante el desamor en pocos pasos, Nati Jota intentó explicar lo que sucedió: “Yo tengo otra teoría de la historia, no me acuerdo de la mitad de las cosas que cuenta. Yo siento que nos peleamos en mi recuerdo. Eso, quizás paso y él se enojó y me bardeó, tipo resentido”.
Por lo que Coscu expresó: “Yo, tenía 19 años, lo que me pasaba era: no me cambies los planes porque estoy esperándote, y me siento un boludo, y después te veo salir con otra persona”.
Por lo que la conductora se excusó: “Yo era chica”. Por último, ambos coincidieron en que se quedan con el buen recuerdo. “Él siempre fue lindo”, tiró ella. A lo que él devolvió: “Ella estaba mejor que yo. Éramos los dos pubertos y virgos”.