Cuáles son los exóticos destinos de los que depende el futuro de Vaca Muerta

La exportación de gas (GNL) se está convirtiendo en una política de Gobierno, alentada por Economía y con el empuje de YPF. Horacio Marín, titular de la compañía de la principal petrolera, viajará durante el próximo verano a países asiáticos y europeos. El objetivo es tratar de anticipar si allí están dispuestos a comprar gas argentino.

El periplo de Marín comprende cuatro países asiáticos, con especial hincapié en India, Corea y Japón, pero también se negocia con un país europeo, cuyo nombre no se explicita. Alemania suele ser uno de los mayores compradores de gas extranjero.

La idea de YPF es firmar acuerdos con eventuales países offtakers (compradores de GNL) para establecer contratos de largo plazo. Un buque de licuefacción se instalará en Río Negro y desde allí despachará GNL. El emprendimiento original fue encabezado por PAE, pero ya se sumaron Pampa, Harbour y finalmente también YPF. Y ya se habla de ir sumando más buques si las proyecciones optimistas se van materializando.

El proyecto estará encaminado hacia 2027, pero las negociaciones arrancarán antes. Son acuerdos de cientos de millones de dólares. Las petroleras que exportarán gas necesitan tener certezas de sus futuros ingresos para recuperar las inversiones. Solo para el primer barco y su puerto se desembolsarán casi u$s 3.000 millones.

Primer superávit en 20 años

Argentina terminará este año con un superávit comercial en su balanza energética de u$s 5.000 millones. Es la primera vez en 20 años que esto sucede. El país pasó de déficit crónico, por la importación de gas, a saldo positivo.

Hay dos razones que crearon esta situación. Por un lado, las petroleras comenzaron a volcar sus recursos a Vaca Muerta. Y el petróleo que consiguen alcanza para abastecer el mercado local, y sobra como para poder exportar. Eso está trayendo casi u$s 9.000 millones este año.

Pero, además, está disminuyendo la cuenta de importaciones. En 2023 fue de u$s 7.200 millones y este año será la mitad (u$s 3.700 millones). Esto es por obras de infraestructura para evacuar el gas de Vaca Muerta.

Las empresas sabían que las reservas de gas de Vaca Muerta eran abundantes. Pero no tenía sentido que invirtieran a menos que encontraran la forma de evacuar ese gas, es decir de trasladarlo a distintos puntos del país. Hasta que eso sucediera, Argentina tuvo que importar gas líquido de todo el mundo (GNL) y dependió de Bolivia, con un costo económico inmenso, que llegó a exceder los u$s 15.000 millones.

Un primer gasoducto fue la solución para ese dilema. Y habrá más.” La instalación de terminales licuefactoras de GNL de gran escala en el primer quinquenio de la próxima década seguramente permitirá un aumento significativo de las exportaciones de gas natural, mejorando aún más el saldo comercial del sector”, explica un trabajo de Nicolás Arceo.

En búsqueda de un récord

Arceo calcula exportaciones de GNL por u$s 6.000 millones hacia 2030. Junto con las de petróleo, podrían llegar a juntar u$s 18.000 millones. Pero hay quienes creen que hasta se puede llegar a los u$s 30.000 millones.

En el sector energético estiman que el petróleo y el gas desplazarán a los comodities agrarios como los principales rubros de exportación del país.

“En un escenario base, las exportaciones energéticas en 2030 serían de u$s 22.246 millones, casi un tercio de las exportaciones totales actuales del país. La balanza comercial energética, en tanto, sería positiva en u$s 18.706 millones”, define Arceo. Las exportaciones de petróleo pasarían de los actuales 193.000 barriles diarios a 710.000 barriles.

“En el escenario expansivo, la producción de petróleo crudo casi se duplica hasta llegar a los 1.400.000 barriles diarios en 2030 y la exportación alcanza los 900.000 barriles diarios”, aventura Arceo.