De paseo con Ágatha. Recorrimos la ciudad con la genial diseñadora española Ruiz de la Prada: “Siempre estuve obsesionada con Buenos Aires”

Ya hace más de quince años que desembarcó por primera vez en nuestro país y, sin embargo, la sensación de “maravilla e ilusión” frente a Buenos Aires se mantiene intacta. “Es una ciudad que me sigue encantando. Cuando llegué esa primera vez, recuerdo que viví una experiencia muy, muy bonita: había diseñado un gran mural –de 16 metros de ancho por los dos pisos de altura de la fachada de la Biblioteca La Nube, en Palermo– y vino mucha gente. Ese viaje significó mi descubrimiento de Argentina. Y desde entonces no me la pude sacar más de la cabeza”, dice, con su sonrisa pintada de rojo carmesí, Ágatha Ruiz de la Prada (64).

A Ágatha Ruiz de la Prada le fascina el amor de los argentinos por los perros. “La gente, cuanto más civilizada es, más quiere a los animales”, asegura. De espaldas a la Floralis Genérica –la escultura metálica del arquitecto Eduardo Catalano de la Plaza de las Naciones
Unidas, vecina de la Facultad de Derecho–, la diseñadora se entusiasmó para pasear por un rato con un grupo de perros. “En Madrid hay muy pocos paseadores, en cambio aquí parece que hay miles”, observa.Frente al Teatro Colón, su spot favorito de la ciudad.

A su lado, sonríe también Carminne Dodero, su gran amiga y perfecta alma matter de la muestra. “Después de esa visita, ya en las siguientes no hacía más que mirar sitios donde podía volver a exponer”, cuenta entusiasmada la reconocida diseñadora española quien, en su regreso a la Argentina, celebra sus cuarenta años con la moda y el diseño. El lugar elegido esta vez es la Usina del Arte, el centro cultural de La Boca donde a partir del miércoles 12 se exponen al menos cien de las piezas más emblemáticas de la artista a lo largo de su carrera.

Divertida, con los taxis “agathizados” y el
Planetario como telón de fondo. Ruiz de la Prada se sumó a la acción organizada por la Ciudad de Buenos Aires en la que un grupo de
artistas plásticos recrean diseños sobre los autos.

“La convivencia entre el arte y la moda me parece superatractiva, de hecho, se están relacionando de una forma increíble. Cuando yo empecé, era muy inusual, pero ahora se ha vuelto completamente normal que los museos más importantes del mundo tengan muestras de Alexander McQueen y no de Velázquez, como lo hizo el Metropolitan de Nueva York hace un tiempo”, explica. “Creo que por eso me he pasado toda mi vida exponiendo mi moda en galerías: todo lo que hago está supermezclado con el mundo del arte”.

Con su amiga, Carminne Dodero en un stop por La Boca.

SUBÍ QUE TE LLEVO

Ágatha organizó con Dodero un recorrido por los puntos que consideraron más significativos de la ciudad a bordo de uno de los taxis porteños “agathizados”, intervenidos con el arte de la española.

La diseñadora posa en los taxis intervenidos con su arte. Ágatha en el Obelisco. Fiel a su
estilo, su look es vibrante, con
un buzo amarillo estampado
en fucsia que combinó con una
falda de tul a juego y espadrilles
tricolores de su firma.

Junto a ¡HOLA! Argentina, las dos capturaron postales de su paso por el Teatro Colón, la Floralis Genérica (la estructura metálica del arquitecto Eduardo Catalano ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas), el Obelisco, el Planetario y la calle Caminito en La Boca, hasta llegar a la Usina del Arte.

–¿Qué es lo que más te atrapa de Buenos Aires, Ágatha?

–[Piensa un momento]. Siempre estuve obsesionada con esta gran ciudad y lo cierto es que el Colón es uno de mis sitios favoritos… Además soy muy amiga de Julio Bocca [director del ballet estable del teatro], trabajamos juntos en La bella durmiente, en Montevideo.

La artista multifacética, feliz en un rincón de la Usina del Arte, donde a partir
del miércoles 12 se presenta su
nueva muestra, “Ágatha Ruiz
de la Prada, 40 años de diseño y
creatividad”, bajo la dirección de
Javier Iturrioz y Josefina Laurent y el apoyo de su amiga y alma mater de la exposición, Carminne Dodero.

–¿Hay una lista de pendientes en esta nueva visita?

–Me gustaría bailar tango, pero como hoy estoy un poquito coja se me va a hacer difícil. Voy a intentar bailar antes de irme.

–¿Qué es lo que más te llama la atención de nuestra ciudad?

–Los paseadores de perros. En casa tengo 16 perros de distintas razas, desde los muy pequeñitos hasta un mastín. En Madrid hay muy pocos paseadores, en cambio aquí parece ser que hay miles. Ese amor que tienen los argentinos por los perros es una de las cosas que me causan más curiosidad. La gente, cuanto más civilizada es, más quiere a los animales. Fíjate que Isabel, la reina de Inglaterra, no podía vivir sin sus perros. A mí me encantan, me emocionan. De hecho, por estos días estoy organizando un desfile muy bonito con perros en Zaragoza.

ENTRE AMIGOS

Con un impactante vestido de paillettes verde, alegre y espontánea, como siempre, y sin pareja a la vista (“corté hace una semana, estoy sola, pero no busco la soledad”, confesó risueña), Ágatha fue la invitada de honor en la comida de bienvenida que organizó el interiorista Juan Fernando Cavalieri en su piso junto a Mariana Folkenand, Gabriela Ricardes –ministra de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires–, la directora de la Usina del Arte, Debora Rajtman, Javier Iturrioz, interiorista y curador de la muestra, el abogado Rafael Cúneo Libarona y su pareja, Lucila Weil, Carminne Dodero y el empresario español Roberto Díaz Aguilar, entre otros.

En su
nueva visita a la
Argentina, fue la
invitada de honor
de una comida
organizada el
jueves 6 en el
piso de Recoleta
del interiorista
Juan Fernando
Cavalieri. De
izquierda a
derecha: el
periodista Javier
Negre, Carminne,
Ágatha, Débora
Rajtman, directora
de la Usina del
Arte, y la ministra
de Cultura porteña
Gabriela Ricades.

“Se podría decir que Agatha es una visitante ilustre de la ciudad, ya que no es s su primera vez, y que siempre que viene deja obra y legado. Hace más de una década que realizó en su primera vista su mural que sigue engalanando las paredes de Buenos Aires, y a partir de allí, cada vez que la vemos, despliega todo este arte múltiple de artista Renacentista, donde todo es superficie de expresión para crear, ayudando así a despertar vocaciones. En especial en esta muestra donde vamos a recibir buena parte de sus diseños en un lugar tan especial y adecuado como la Usina del Arte donde se encuentran artistas de diferentes versiones” dice la ministra Gabriela Ricardes, entusiasmada.

El interiorista Juan Fernando Cavalieri y Mariana Folkenand, los dueños de casa, junto a Dodero.

Durante la recepción en el living de la casa, los invitados con una copa de champagne en mano disfrutaron de una variedad de hors d ouevres como bocados de pate de ganso y de queso brie con uvas y endivias con que azul entre otros. El hit del momento fue el pisco sour con lima y maracuyá fresco realizado por el anfitrión que deleito a todos. A las diez, se pasó a la mesa especialmente decorada con arreglos con candelabros de cristal y cítricos donde degustaron de un menú fresco debido al calor de la jornada a cargo de abogado, musicólogo y chef Juan Manuel Teseira que consistió en una copa de langostinos con pomelo y palta condimentada con mayonesa de crema agria, de plato principal vitel toné con ensalada de rúcula silvestre y para el postre un trio de helados. “Arrancar con esta muestra tan icónica y representativa del arte en todas sus formas como inicio de la programación del año nos engalana Además va a haber varias actividades, una charla de Agatha para estudiantes de moda, sorteos de “meet and greet” con ella, visitas guiadas por ella para adultos y niños y un cierre con un concierto de la Filarmónica del Colón. La muestra va a estar curada por ella misma, y que ella pueda contar su obra en primera persona es único” comentó durante la comida, la directora de la Usina del Arte, Débora Rajtman.

En esta visita me gustaría bailar tango, pero como hoy estoy un poquito coja, se me va a hacer difícil. Voy a intentar bailar antes de irme

Al finalizar la comida, los invitados regresaron al living, donde Agatha dedicó y autografió su libro para los dueños de casa. A pesar de la hora, la creadora española, se dedicó primero a agradecer a Carminne Dodero por su amistad y colaboración en sus proyectos “La gran ayuda que he tenido yo con Carminne, que se ha venido a vivir a Madrid, y que es impresionante como ha triunfado allí. Ella ha sido mi guía y mi todo en cada viaje a Buenos Aires. Tenemos un vínculo imborrable. Ella me dice que soy como su segunda madre”, le cuenta la diseñadora a ¡HOLA! Argentina. A su lado, su amiga asiente. “Desde que me mudé a Madrid nos hicimos muy amigas. Nos entendemos muchísimo y trabajar junto a ella la verdad que es un placer. Después de tantos años y tantos desfiles y actividades que hemos realizado juntas, nos entendemos casi sin hablar”, explica Dodero no sin antes de recomendar la exposición. “Todo el ADN de Ágatha está en esta muestra. Es una explosión de color”, concluye.

A punto de despedirse, la diseñadora nos comparte su apretada agenda en “esta ciudad que amo”, para sus próximos días. “Mi semana arranca con todo: el lunes voy al desfile de mi amigo Daniel Ocantos, y por la noche al festejo por el cumpleaños de Javier Iturrioz. El martes sigue con mi infaltable Teatro Colón y por el día toca el desfile de Pucheta Paz. Amalia Amoedo también dará una cena para mí. A veces tengo diez hasta diez invitaciones en un día. Lo que más me gusta de venir a la Argentina es hacer planes culturales y que tengo muchos amigos y cada vez más. Uno se va empapando con este bello lugar, aprende sobre su cine, ya sabes quién es uno u otro, te enteras de Darín y Francella, y de a poco te vas volviendo parte de su geografía” se entusiasma Agatha.

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana