De qué murió Daniel “La Tota” Santillán

Daniel “La Tota” Santillán fue hallado muerto este domingo 22 de septiembre a la noche a los 57 años. El conductor de Pasión de sábado y productor musical falleció en su casa de Ituzaingó. Si bien las causas continúan siendo investigadas, según el parte policial al que accedió LA NACION, el presentador fue hallado con quemaduras provocadas por un posible foco ígneo.

Los peritos que inspeccionaron el cuerpo en el lugar —que en las próximas horas será sometido a una autopsia— no presentaba heridas ajenas a quemaduras. Además, el personal de la Policía Científica encontró en la escena del hecho una botella de líquido inflamable y fósforos.

Daniel

En los últimos años, el presentador de música tropical, que era padre de cuatro hijos, fue acusado y condenado por violencia de género y amenazas, en causas separadas. Además, tuvo problemas de salud y dificultades económicas. En más de una ocasión, el conductor habló sobre su estado general. En 2017 tuvo su primera internación en un neuropsiquiátrico, al que fue derivado tras ser detenido acusado de robar mercadería en un bazar de Vicente López. Luego, en 2022 contó que tenía bipolaridad y que había intentado lastimarse en medio de una crisis nerviosa, motivo por el cual estuvo internado en un sanatorio privado.

Qué se sabe de la muerte de Daniel “La Tota” Santillán

Este lunes, Merlo, en diálogo con radio Continental, dio más detalles de cómo fue encontrado el cuerpo de Santillán. Contó que un amigo hacía horas que lo llamaba por teléfono, pero que el conductor no respondía. Incluso, se había acercado al domicilio y oía que el celular sonaba adentro. Junto a allegados, buscaron una copia de la llave de la casa y cuando ingresaron a la propiedad encontraron a “La Tota” sentado en un sillón, “como quemado”.

“Anoche, estábamos con el fiscal para ver si hubo un desperfecto. Él venía reclamando, según me contaron los familiares, que había un problema, que le había dicho a la propietaria. No sabemos si fue un accidente o qué fue lo que realmente pasó”, dijo su abogado. Merlo indicó, a su vez, que el sillón donde estaba sentado el presentador de música tropical estaba incinerado. “Me parece que eso fue producto de la descarga eléctrica. Lo raro es que en cualquier propiedad lo primero que pasa cuando hay una descarga es que salta la térmica. Él estaba abajo y en la parte de arriba hay un aire acondicionado que hasta se ve que se hubiera incendiado”, agregó el letrado.

Al ser consultado por si cree que Santillán se podría haber suicidado, Merlo dijo que no se descarta ninguna hipótesis. “Para nosotros, por lo que intuimos, podría haber sido un problema eléctrico, pero no se descarta nada. El tema de la enfermedad que tenía [bipolaridad, según detalló el abogado] uno nunca sabe. Tenía un acompañante terapéutico de lunes a viernes”, dijo.

Quién era La Tota Santillán

Ricardo Daniel Carías, más conocido como La Tota Santillán, nació el 1.º de agosto de 1967, en la localidad mendocina de San Martín. Comenzó su carrera de joven, cuando empezó a presentarse en clubes bailables y eventos, donde comenzó a ser reconocido en el ambiente musical.

Durante la década del 90 llegó a la televisión, donde se consolidó como conductor de programas vinculados con la música, como los ciclos televisivos de cumbia Pasión tropical y Pasión de sábado. Es recordado por haber presentado a distintos artistas del género tropical, como Rodrigo “El Potro” Bueno y Walter Olmos. Asimismo, también fue productor musical y llegó a grabar varos discos de ese género.

También participó de obras teatrales, como Pobres, pero casi honradas y Hasta que la risa no se pare. Asimismo, estuvo en las dos primeras ediciones de Cantando por un sueño.

Las causas judiciales de La Tota Santillán

En el año 2023 fue condenado a cinco años y medio de prisión acusado de ejercer violencia de género contra su expareja Sol Fiasche, madre de sus dos hijas menores. Sin embargo, Santillán no fue preso debido a que la sentencia no estaba firme. El conductor televisivo había sido hallado culpable de los delitos de “amenazas agravadas por el uso de armas, lesiones leves agravadas por haberse cometido en el marco de la pareja y por mediar violencia de género” en perjuicio de su expareja y de sus hijas durante su relación y luego de la separación.

Además, fue condenado por “amenazas” contra su exsuegro, por el “hurto” del teléfono celular de quien entonces era su contador y por “amenazas coactivas agravadas por compeler a una persona a hacer abandono de su residencia habitual o de trabajo” en perjuicio de una empleada de su expareja.