El domingo 26 de enero de 2025, Gustavo Petro negó la entrada de colombianos que venían siendo deportados desde Estados Unidos. Según comentó el mandatario colombiano, entre las razones por las que devolvió el avión internacional se encontraba el maltrato que los connacionales habían recibido por las autoridades norteamericanas.
Y es que los colombianos venían con esposas en sus muñecas. En su cuenta de X, el presidente exigió respeto por los nacionales, puesto que no eran ladrones ni delincuentes. Esta información fue confirmada por la Cancillería que, luego de revisar información, no logró establecer que tuvieran antecedentes en ninguno de los dos países.
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En la tarde del 2 de febrero de 2025, la Defensoría de Pueblo publicó información sobre el proceso que llevaron a cabo con los connacionales. Según indicó la entidad, entre el 26 y 31 de enero, se recibieron en total a 416 personas en tres diferentes vuelos. “Esta semana acompañamos el retorno de connacionales deportados desde EE.UU.”, inició el comunicado. Cabe destacar que en cada uno de los vuelos habían menores de edad.
El primero de ellos contaba con 91 colombianos y se recibieron el 28 de enero: “El martes 28 de enero asistimos la recepción de dos vuelos, con atención a 201 personas: En el primer vuelo llegaron 91 connacionales, de los cuales 46 eran mujeres y 45 hombres, de los cuales 5 eran niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.
Por otra parte, ese mismo día la entidad atendió otro vuelo humanitario: “En el segundo vuelo, un total de 110 personas: 62 hombres, 32 mujeres y 16 niños, niñas, adolescentes y jóvenes”.
Finalmente, al día siguiente, llegaron 105 colombianos, en los que venían 21 menores de edad: “El miércoles 29 de enero atendimos un tercer vuelo con 105 connacionales deportados, grupo conformado por 41 mujeres, 43 hombres adultos y 21 niños, niñas adolescentes y jóvenes”.
Declaraciones de la defensora del Pueblo por atención a migrantes
Sin embargo, el trato a los colombianos por parte de las autoridades estadounidenses no sería el mejor. Para Iris Marín, defensora del Pueblo, los derechos de estos connacionales se vieron afectados, porque en el país norteamericano habrían sido agredidos.
En su cuenta de X respondió el comunicado de la entidad para la que trabaja. De acuerdo con sus palabras, sin importar el país de origen de las personas, se deben respetar los derechos: “En la Defensoría del Pueblo recibimos a migrantes que regresaron de Estados Unidos. El Gobierno de Estados Unidos, como todos los Estados, debe respetar los derechos humanos de todas las personas, independientemente de su estatus migratorio”.
Posteriormente, confirmó que hubo maltrato, abusos y falta de condiciones humanas en los centros para migrantes, también conocidos como “hieleras”, según el testimonio de varios de los colombianos que volvieron al país: “Recibimos múltiples denuncias por maltrato, abuso y falta de condiciones dignas en centros de detención de migrantes en Estados Unidos”.
También indicó que las autoridades migratorias cometían violencia basada en género y que no existían servicios básicos necesarios para mantener la estabilidad en la salud de los migrantes, por lo que solicitó que desde las naciones se tenga en cuenta este trato y se soliciten garantías humanitarias con respecto al trato que reciben las miles de personas que son deportadas desde Estados Unidos: “El maltrato por parte de las autoridades migratorias, la violencia basada en género y la falta de acceso a servicios básicos como atención médica y alimentación adecuada son temas que definitivamente necesitan atención”.
Finalmente, indicó que la discriminación en Estados Unidos era un tema por el cual los Gobiernos debían preocuparse, puesto que la narrativa expresada por Donald Trump no era positiva: “También es preocupante escuchar sobre la discriminación”.