Descubren el eslabón perdido de la evolución humana que reescribe nuestros orígenes

Un nuevo estudio liderado por científicos de la Universidad de Cambridge desafió la visión tradicional de la evolución del ser humano. Contrario a la idea de que los Homo sapiens descendemos de un único linaje, los investigadores afirman que nuestros orígenes son mucho más complejos. 

Según la investigación, el ser humano moderno proviene de al menos dos poblaciones ancestrales distintas que se mezclaron hace aproximadamente 1,5 millones de años.

¿Qué papel jugaron las dos poblaciones en nuestra genética actual?

Tras ese cruce ancestral, las poblaciones humanas siguieron caminos diferentes. Una de ellas experimentó un fuerte “cuello de botella”, es decir, una disminución significativa en su número de individuos, antes de comenzar un lento crecimiento que duró cerca de un millón de años. 

Esta reorganización derivó en que alrededor del 80% de la genética del Homo sapiens actual proviene de una sola de esas ramas, mientras que el 20% restante tiene origen en la otra.

¿Convivimos con otras especies humanas más tiempo del que creíamos?

Sí, y mucho antes de lo que se pensaba. Hasta ahora se sabía que los Homo sapiens coexistieron y se cruzaron con otras especies humanas como los neandertales o los denisovanos hace unos 50.000 años. 

Sin embargo, este nuevo estudio revela que estos encuentros comenzaron muchísimo antes. A pesar de ello, la contribución genética de los neandertales y denisovanos representa apenas un 2% en el ADN humano actual, en comparación con la mezcla ancestral que ocurrió hace más de un millón de años.

¿Qué implicaciones tiene este descubrimiento para entender nuestra evolución?

Este giro en la narrativa evolutiva sugiere que el desarrollo del ser humano no fue lineal, sino una historia entrelazada de encuentros, mezclas y adaptaciones. 

Según Aylwyn Scally, coautor del estudio, las señales genéticas descubiertas indican que esas poblaciones ancestrales fueron fundamentales, incluso en funciones clave como el desarrollo cerebral y las capacidades cognitivas. Así, nuestras habilidades neuronales podrían haber sido moldeadas por esas antiguas mezclas.

¿Por qué este hallazgo es tan relevante hoy?

El avance de la genética moderna, especialmente el análisis de secuencias genómicas completas, permitió reconstruir capítulos desconocidos del pasado humano. 

Como explica Trevor Cousins, líder del equipo de Cambridge: “Durante mucho tiempo se pensó que proveníamos de un único linaje continuo, pero ahora sabemos que la realidad es mucho más rica y compleja”.