Día Mundial contra la obesidad en el mundo enciende las alarmas en la población adulta en Colombia: el 64 % de los mayores de edad tiene un IMC alto

Dejar de consumir salsas, beber más agua, y caminar al menos treinta minutos al día, pero no los que se gasta dirigiéndose a su trabajo, serían algunas de las medidas con las que podría ayudarse a sí mismo a bajar esos kilos de más que pueden representar un peligro para su salud - crédito Colprensa

La obesidad y el sobrepeso afectan a casi el 60 % de la población en Colombia, según datos de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo.

Este panorama, que se ha consolidado como un problema de salud pública, y ha generado preocupación entre especialistas, que destacan la necesidad de abordar esta enfermedad desde múltiples perspectivas.

Aprovechando que a nivel mundial se conmemora cada año el Día Mundial de la Obesidad, el 4 de marzo, la Universidad del Rosario hizo un llamado a la acción para promover estilos de vida saludables y ampliar la información sobre esta problemática en el país.

Esto se hizo sumado al estudio a nivel mundial que advierte que más de la mitad de los adultos y un tercio de los menores tendrán sobrepeso u obesidad en 2050, ha puesto en alerta a la sociedad colombiana, que no quedó muy bien parada en el estudio, debido a que se conoció que de la población adulta en el país, el 64% de los mayores de edad tiene un IMC (Índice de Masa Corporal)

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De acuerdo con Camilo Domínguez, especialista en epidemiología y profesor de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, la obesidad no solo debe ser tratada desde el ámbito de la alimentación, sino que también es crucial considerar factores como la salud mental, el diseño de políticas públicas y la implementación de medidas académicas orientadas a la prevención, aseguró en entrevista al diario colombiano El País, de Cali.

Domínguez subrayó que adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles en un 30 %, destacando la importancia de la concienciación individual sobre el autocuidado.

El estudio que puso en alerta a todo el mundo por los niveles de obesidad y sobrepeso

Un análisis global ha puesto de manifiesto una alarmante tendencia en la salud pública mundial: para el año 2050, se estima que el 60% de los adultos, lo que equivale a aproximadamente 3.800 millones de personas, y un tercio de los menores, unos 746 millones, presentarán sobrepeso u obesidad.

Este hallazgo proviene de un estudio sobre la carga global de las enfermedades (GBD, por sus siglas en inglés), publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet, y que abarca datos de 204 países (incluido Colombia). El informe insta a los gobiernos a implementar medidas urgentes para frenar esta creciente crisis de salud.

La profesora Emmanuela Gakidou, del Institute for Health Metrics and Evaluation (Ihme) de la Universidad de Washington, y autora principal del estudio, calificó esta situación como un “fracaso social monumental”.

En sus declaraciones, destacó la necesidad de que los gobiernos y los sistemas de salud pública utilicen los datos recopilados para identificar las poblaciones más afectadas y actuar de manera inmediata. Además, subrayó la importancia de desarrollar estrategias preventivas dirigidas a las personas con sobrepeso, con el objetivo de evitar que estas condiciones deriven en problemas más graves.

El análisis se basó exclusivamente en datos del índice de masa corporal (IMC), una medida estándar que relaciona el peso y la altura de una persona para determinar si se encuentra en un rango saludable. Aunque el IMC es una herramienta ampliamente utilizada, los expertos advierten que no captura todos los aspectos de la salud metabólica, lo que podría subestimar o sobreestimar ciertos riesgos asociados al sobrepeso y la obesidad.

Este reporte también señaló que en las últimas tres décadas se ha producido un aumento constante en los casos de sobrepeso y obesidad en todo el mundo. Este incremento, según los investigadores, refleja cambios significativos en los hábitos alimenticios, el estilo de vida y otros factores sociales y económicos. De no tomarse medidas inmediatas, esta tendencia continuará agravándose, con consecuencias devastadoras para la salud pública y los sistemas sanitarios.