Los testigos de la acusación y de la defensa habían terminado sus testimonios. Entonces, la jueza María Coelho, a cargo del debate, le preguntó a Martín Del Rio si era su deseo declarar. “Sí, su señoría”, respondió. Se sentó cerca del estrado, agarró el micrófono y miró al jurado popular. Primero agradeció. ”Buenas tardes. Muchas gracias por estar. Fueron días de mucha tensión para mí y para ustedes”, fueron sus primeras palabras. Después comenzó a hablar de su familia. Enseguida, afirmó: “Soy totalmente inocente. Hace dos años y tres meses que sufro el encierro. Eran mis padres. Los amo, los amé y los amaré toda mi vida”.
Desde el lunes pasado, Martín Del Rio, de 50 años, es juzgado por los homicidios de sus padres, José Enrique Del Rio y María Mercedes Alonso, asesinados a balazos en su casona de Vicente López el 24 de agosto de 2022.
Además de sostener su inocencia, el hijo menor de las víctimas, sostuvo “que no se quiso investigar, investigaron lo que quisieron” y afirmó que en la casa de sus padres “ingresó un grupo comando liderado por un auto negro”.
Sobre este punto, el acusado hizo referencia a la declaración de dos policías que declararon el 25 de agosto de 2022, el día del hallazgo de los cuerpos, quienes habrían declarado que al analizar las imágenes de una cámara de seguridad instalada en una propiedad de Melo 1065, a pocos metros de la casa del matrimonio asesinado, a las 19.40 del 24 de agosto de 2022, observar circulan un auto que, después de hacer una maniobra para atrás y adelante ingresa en el garaje de sus padres seguidos por otros dos vehículos.
“Lo tienen filmado y no quisieron investigar. A mis padres [sic] le ingrsa un grupo comando, liderado por un auto negro. Lo tienen filmado. Entiendan mi pasión, hoy corre riesgo mi libertad”, sostuvo con vehemencia el acusado.
Del Rio declaró durante casi una hora y media. Negó ser “el caminante”, como los investigadores llamaron al sospechoso que quedó filmado en las inmediaciones de la casa de las víctimas el día del homicidio.
“Yo no soy, No camino así. No soy esa persona”, afirmó el acusado mirando a los 12 jurados titulares que en las próximas horas deberán definir si es culpable o no del doble homicidio.
Del Rio negó ser un “garca” como lo describió un testigo que declaró en el juicio. También desmintió ser un estafador.
“Quiero saber quién mató a mis padres, necesitó saber quién fue para estar en paz. Los amo mucho. Siempre van a estar conmigo”, sostuvo Del Rio cuando su abogada Mónica Chirivin le pidió que le hablara al jurado popular sobre su inocencia.
El acusado les contó a los jurados que hoy a la mañana, cuando estaba en la “leonera” (el calabozo del edificio de los Tribunales de San Isidro), a la espera de ser llevado a la sala de audiencias, se puso a rezar. “Le pedí a mi padre que me ayudara”, sostuvo.
Después de tres audiencias donde su exesposa, Cecilia Sánchez; su hermano, Diego Del Rio; su exsuegro, Miguel Sánchez; su examante, Paola Coquiara; María Cristina Franco, una de las mejores amigas de su madre, entre otros testigos, lo reconocieron como “el caminante”, Del Rio jugó su última carta antes de que el jurado popular comience a deliberar.