El analista político Andrés Malamud evaluó el presente de la administración nacional y los niveles de tolerancia que, según considera, tiene la población en cuanto a sus políticas y consideró que el presidente Javier Milei “mira hacia el pasado cuando mira la gente, pero mira al futuro cuando mira la economía”. Además, mencionó dos factores que sirven de parámetro para establecer cuánta paciencia puede tener la ciudadanía para mantener su respaldo a cualquier gobierno: “la devaluación y los tarifazos”.
“La devaluación golpea gobiernos, lo que gatilla son los tarifazos”, sostuvo en declaraciones a LN+ y señaló que al líder de La Libertad Avanza (LLA) “se le empezó a dar vuelta la política porque no hay muchas inversiones llegando”.
En ese sentido, el politólogo remarcó que si bien por parte de los ciudadanos “sigue la paciencia”, esa circunstancia tiene un límite y, según su opinión, es el expresidente Mauricio Macri “el que olfatea y trata de contenerlo”. “Creo que Macri no es un opositor, es un aliado que quiere que al Gobierno le vaya bien, se quiere llevar la suya, pero influir en las decisiones”, agregó.
“Estamos pasando por un ajuste popular. Hoy ajustar es popular”, enfatizó Malamud. “Es culpa del kirchnerismo. La cuestión es si en algunos años no vamos a estar discutiendo si el ajuste no se fue de mambo porque era popular. No lo hacen porque funcione…”, dijo, y vaticinó que quizás esta discusión se suceda “en la próxima devaluación”.
“Milei mira hacia el pasado cuando mira la gente, pero mira al futuro cuando mira la economía, Va a Silicon Valley y quiere que vengan las tecnologías más disruptivas del mundo y se instalen sin regulación, les ofrece lo que quieran. Mira el futuro en la economía, pero mira el pasado en la política. Lo que está en el medio es la casta, que tiene mayoría en las provincias, en los municipios y en el Congreso. Era algo que hasta ahora había subestimado. La política se le empezó a dar vuelta, porque ellos ven que no hay muchas inversiones llegando. Hay algunos indicadores positivos en la economía, pero no hay una lluvia de inversiones”, analizó.
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