Las rispideces, los cimientos filtrados y las imperfecciones ya emergieron en escena en Gran Hermano. A pesar de la escasez de días de encierro, los participantes muestran sus miserias, con los grupos que se arman, las batallas subterráneas y sobre todo las nominaciones.
En esta segunda elección de candidatos para abandonar la casa cayó Claudio en la volteada. El terraplanista se encuentra aturdido, molesto por la designación de sus compañeros y deambula por ese aislamiento con preocupación extrema, por los influjos del temor a salir del juego.
En ese contexto, Buscio se sentó en el living a dialogar con Andrea Lázzaro, con quien todos presuponen que late una química, una tensión sexual. En esa charla, el musculoso exteriorizó su indignación mayúscula con la producción del programa por una maniobra controversial.
Todo se remite a la gala de apertura, a ese momento en que saltó al estudio de Telefe para luego meterse en un auto para enclaustrarse en la casa. “Fui a hablar por el tema de mis hijos. Yo me quedé medio torcido en la entrada porque nos lo vi”, introdujo Claudio.
CLAUDIO ENOJADÍSIMO CON LA PRODUCCIÓN DE GRAN HERMANO
Así arribó al meollo de la cuestión, a su bronca: “Me hizo entrar a mal, que todos pudieran ver a su familia y yo no, me dejó mal”. Y luego añadió detalles de sus sensaciones en ese momento: “Aparte no los vi a los nenes, ellos esperaban darme un abrazo. Eso a mí me mató”.
Para en definitiva apuntar todos sus cañones contra la producción de GH: “No se si fue un error, un malentendido, fueron mis hijos, la mamá de los nenes, pero me saluda Santiago y me dice ‘anda para allá. Me fui, y no me dejaron ver a nadie”. Y cerró: “Cuando estoy por entrar con Robertito, me voy, yo no entendiendo nada, y me pone el auricular. Cuando me lo pone y estaban mis hijos, llorando los dos, me puse a llorar. Fue terrible ese momento, encima los pusieron en las pantallas”.