El mundo del fútbol se mantiene expectante a la evolución de Edoardo Bove, jugador de la Fiorentina que se desplomó en el terreno de juego mientras se estaba jugando el partido por la fecha 14 de la Serie A entre el Viola y el Inter de Milán. Ante esta situación, el árbitro del encuentro, Daniele Doveri, decidió suspender el encuentro automáticamente mientras el jugador era trasladado al Hospital Universitario Careggi.
El mediocampista colapsó en el minuto 17 del enfrentamiento, que todavía transcurría con el marcador sin movimientos. El personal médico actuó con rapidez y comenzó a atender al futbolista a los pocos segundos de su colapso, mientras que el resto de los presentes formó un círculo alrededor de Bove para mantener la privacidad de la situación.
Horas después del acontecimiento, el club emitió un comunicado oficial esclareciendo la salud del joven de 22 años. “El futbolista, rescatado en el terreno de juego tras perder el conocimiento durante el partido Fiorentina-Inter, se encuentra actualmente bajo sedación farmacológica y hospitalizado en cuidados intensivos. Llegó hemodinámicamente estable a urgencias y las primeras pruebas cardiológicas y neurológicas realizadas descartaron daños agudos en el sistema nervioso central y el sistema cardiorrespiratorio. Será reevaluado en las próximas 24 horas”, informó la entidad.
“Vamos Edoardo, estamos contigo. Eres un chico fuerte y con un gran carácter. Estamos cerca de la familia del chico en estos momentos”, fueron las palabras de Rocco Commisso, presidente de la institución. Por su parte, un grupo de hinchas se acercó a la puerta del Hospital Careggi para exhibir una bandera con un mensaje de apoyo para el futbolista y darle fuerzas a su entorno. “Vamos Edoardo, Florencia está contigo”, fue la frase escrita por los aficionados.
Según informó el medio italiano Corriere dello Sport, Bove está consciente y estable, mientras que le están realizando distintos procedimientos como un TAC, debido a que sufrió espasmos. A su vez, detalló que dentro de los familiares que lo están acompañando en la sala están su padre, su madre y su novia.
Además, otras personas que se acercaron fueron Sara Funaro, alcaldesa de Florencia, y Raffaele Palladino, director técnico de la Fiorentina. También concurrieron al lugar algunos de sus compañeros en el vestuario, como es el caso de Cristiano Biraghi -quien es el capitán- y el argentino Lucas Martínez Quarta.
A pesar del diagnóstico optimista, todavía permanece en la memoria de todos los presentes en el estadio Artemio Franchi el momento de conmoción. Una de las confusiones que se vivió en la vorágine se dio con el ingreso de la ambulancia, que en un principio no se acercó al jugador y los futbolistas se enfurecieron. Sin embargo, los médicos alegaron que era innecesario el acercamiento, ya que el personal que lo estaba atendiendo ya contaba con todos los elementos y el desfibrilador ante una urgencia eventual.
Algunos de los jugadores pudieron ayudar en el momento de tensión fueron Federico Di Marco y Nicoló Barella, sus compañeros en la selección de Italia. A su vez, la decisión de suspender el partido fue instantánea, y los jugadores se retiraron a los vestuarios, muchos de ellos visiblemente afectados, especialmente los compañeros de Bove en la Fiorentina, algunos de los cuales no pudieron contener las lágrimas. Los aficionados permanecieron en el estadio en absoluto silencio, aguardando alguna noticia alentadora sobre la salud del joven centrocampista.
