Por primera vez en el año, en noviembre pasado el precio de la carne vacuna en los mostradores superó levemente la inflación, aunque dentro del rubro de alimentos fue uno de los productos que menos aumentó. Según informó el Indec, la inflación del mes pasado fue del 2,4%, mientras que los cinco productos de carne considerados por el organismo —asado, carne picada común, paleta, cuadril y nalga— registraron un aumento promedio del 2,8% en el Gran Buenos Aires. En términos anuales, el aumento de estos cortes alcanzó el 62%, quedando casi duplicado por el índice general de inflación, que acumuló un 112% en lo que va del año. Analistas del sector advirtieron que este informe no refleja las subas ocurridas a finales de noviembre y principios de diciembre, que rondaron el 15%.
Según el informe del Indec, al desglosar por corte, en el Gran Buenos Aires el asado aumentó un 4,6%, alcanzando un precio promedio de $7190,17 por kilo, mientras que la carne picada común subió un 2,1%, a $4918,39 por kilo. La paleta, por otro lado, tuvo el menor incremento, con un 1%, ubicándose en $7532,40 por kilo. El cuadril se encareció un 2,7%, a $8888,93 por kilo, y la nalga aumentó 3,6%, con un precio promedio de $9302,59 por kilo.
Dentro del rubro alimentos, en lo que va de 2024 la carne y sus derivados fueron los que registraron el menor aumento. Mientras que el conjunto de alimentos trepó un 91,3%, la carne subió un 66,3%. En contraste, otros productos tuvieron incrementos significativamente mayores: el pan y los cereales aumentaron un 96%, la leche, los productos lácteos y los huevos un 134,4%, y las verduras, tubérculos y legumbres se incrementaron un 113,2%.
En diálogo con LA NACION, el consultor Víctor Tonelli explicó que los datos actuales no reflejan los aumentos de la última semana de noviembre ni los primeros días de diciembre, ya que parte de la información ya estaba relevada. “La suba del 15% en todas las categorías ocurrida en ese período se verá reflejada en el informe de mediados de enero”, adelantó. Subrayó que cuando sube el precio del ganado, suele haber un retraso en la transmisión de los aumentos a los mostradores. Por otro lado, Tonelli destacó que, desde la asunción de Javier Milei como presidente en diciembre de 2023, “la carne ajustó un 62% en su precio, mientras que la inflación fue del 112%”, lo que implica una diferencia de 50 puntos porcentuales.
El consultor consideró que esta brecha es “demasiado importante”, aunque sugirió que es probable que la diferencia se reduzca en diciembre, especialmente si la inflación se mantiene por debajo del 3% y la carne ajusta entre un 14% y un 15%, como se estima.
Para lo que viene hacia adelante Tonelli proyectó que la inflación podría mantenerse en niveles similares al 2% o 2,4% en enero y febrero, mientras que los precios de la carne seguirían ajustándose, reduciendo aún más la brecha. Pero alertó que “la carne no podría subir mucho más” y señala que los niveles de precios alcanzados por la hacienda gorda en diciembre marcan un nuevo escalón que, probablemente, se mantengan por lo menos durante los próximos dos meses. Respecto a posibles subas adicionales, aclaró que “algunos opinan que podría haber otro ajuste, pero por cuestiones de oferta no encuentro causas que justifiquen una suba más importante de aquí a fin de año”.
Por su parte, en su reporte, el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) dijo que los precios de la carne en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) subieron un 1,1% en promedio durante noviembre pasado, lo que representó una diferencia de 1,3 puntos porcentuales respecto al informe del Indec. Para el Ipcva, la carne vacuna trepó 34% en el año y 126% en el acumulado interanual.
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Por otro lado, el relevamiento del instituto también hizo una comparación con respecto a las otras carnes. El precio del pollo fresco tuvo una suba del 0,9% en noviembre, acumulando un incremento del 57,5% en los primeros once meses del año y un 142,8% en comparación con noviembre de 2023. En tanto, el precio del pechito de cerdo registró una variación mensual del 2,1%, un 31% en lo que va del año, y un 137,6% interanual.
El informe detalló también las diferencias de precios entre supermercados y carnicerías: “Cortes como el peceto ($747,3), el lomo ($3470,8) y el asado ($450,8) tienen precios más altos en supermercados, mientras que la falda, la picada común y la carnaza común son significativamente más económicos en grandes superficies”. La carne de pollo y el pechito de cerdo también son más económicos en supermercados.
Según el Ipcva, “el pechito de cerdo tiene un precio promedio $164,8 (2,8%) más barato en supermercados, mientras que el pollo fresco es $524,5 (17,1%) más económico”. Por otro lado, la relación entre el precio del asado y el del pollo o el cerdo refleja una tendencia interesante: “En noviembre, con un kilo de asado se podían comprar 2,66 kilos de pollo y 1,32 kilos de pechito de cerdo. Sin embargo, comparado con el promedio de los primeros once meses del año, esta relación disminuyó un 2,2% en el caso del cerdo”.