La mesaza de Mirtha Legrand tuvo como gran protagonista de la noche a Alfredo Casero, quien fiel a su estilo no se guardó nada y dijo lo que piensa delante de todos. Enfrentándose directamente con Baby Etchecopar y Mónica Gutiérrez, la conductora del programa debió intervenir varias veces.
Con un Alfredo que de momentos estaba bastante sacado, indignado y sin poder creer lo que escuchaba, a medida que fueron avanzando en temas y la pelea se puso cada vez más acalorada, Mirtha se vio en la obligación de poner calma y no solo una vez, sino que en reiteradas ocasiones.
Pese a con su típica campanita intentó callarlos y ponerle fin a su pelea, llegó un momento en donde no hubo retorno. Legrand no tenía forma de callar a Casero y tuvo que levantar la voz para que le hicieran un poco de caso a sus peticiones.
“Casero ¡Casero¡ Háganme este programa fácil por favor. No se exalten porque no sirve. La exaltación no sirve para nada. Se exaltan”, comenzó diciendo Mirtha. Interrumpiendo con PNTS (publicidades) y más pausas de lo habitual, trató de siempre mantener la calma.
COMPLICADO PROGRAMA DE MIRTHA LEGRAND EN EL TRECE
Sin embargo, como Alfredo de a ratos estaba exacerbado por lo que se decía, Legrand debía volver a recurrir a la campanita. En diferentes ocasiones se la notó muy incómoda, algo que es poco habitual que ocurra en ella y no en sus invitados.
Con el temor constante a que el programa se saliera de control, Mirtha trató de calmar a Casero siempre que notaba que su mesa se tornaba un caos de gritos. Habiendo sido una de las ediciones más fuertes en lo que va del año, hubo personalidades muy diferentes y que chocaron, de momentos, de forma muy escandalosa.
“¡Escuchen, escuchen! Upa…”, fue otra de las frases de Mirtha ante su mesaza. Y aunque parecía que encontraría la “paz”, como dijo en otro fragmento de su programa, eso pasó a ser el puntapié inicial de la pelea entre Etchecopar y Casero.