El Ejército de Liberación Nacional (ELN) reivindicó la autoría del ataque contra el Cantón militar de la Fuerza de Tarea Quirón en Puerto Jordán, Arauquita, Arauca, ocurrido el martes 17 de septiembre a las 11:30 de la mañana.
Según el comunicado del Frente de Guerra Oriental (FGO), el ataque dejó más de treinta bajas entre oficiales, suboficiales y soldados profesionales, incluyendo muertos y heridos. Este ataque se llevó a cabo utilizando artillería propia, según informó el grupo insurgente.
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El ELN, en su comunicado, justifica su accionar alegando que es una respuesta legítima contra un supuesto plan paramilitar en la región.
El grupo guerrillero acusa al Ejército colombiano de proteger a bandas paramilitares, específicamente mencionando a un individuo conocido como alias Pescao, quien, según el ELN, se refugia cerca del Cantón militar en la vereda Palestina, a 9 kilómetros de distancia.
“La Fuerza de Tarea Quirón que ha estado al mando del Brigadier General, Javier Hernando Africano López; dedicado a custodiar y proteger a la banda de alias Pescao, a quien usan para su plan mercenario como paramilitares, refugiado ahora en las cercanías de este Cantón, en la vereda Palestina situada a 9 kilómetros de distancia. Nuestro accionar contra este plan paramilitar es legítimo, somos una organización con principios políticos, como guerrilla insurgente, con más de 60 años de lucha, combate y resistencia”, afirma el comunicado del ELN.
El comunicado también menciona que el ELN ha cumplido con el Acuerdo de México, extendiendo unilateralmente el cese al fuego por un año hasta el 23 de agosto.
Sin embargo, acusan al gobierno de no cumplir con los compromisos pactados y de subestimar su voluntad de retomar los diálogos de paz. Además, critican a Otty Patiño, a quien acusan de mantener al país en un estado de guerra perpetua.
El ELN denuncia que el Ejército sigue escalando el plan contrainsurgente en el municipio de Cubará, Boyacá, utilizando brazaletes de los para-exfarc para engañar y atemorizar a la comunidad indígena local. Según el grupo insurgente, estas acciones incluyen amenazas de encarcelamiento o muerte para forzar a los indígenas a colaborar con ellos.
“El ELN ha cumplido con el Acuerdo de México, prorrogamos unilateralmente el cese al fuego de un año, hasta el 23 de agosto y el Gobierno siguió sin cumplir, subestimó nuestra voluntad de retomar los Diálogos de Paz, permitiendo a Otty Patiño proseguir con su tarea progringa de mantener a nuestro país amarrado a los planes de guerra perpetua”, explica la guerrilla.
El ataque y el comunicado del ELN han generado una fuerte reacción en Colombia. El atentado terrorista ha sido repudiado por la población y ha minado los esfuerzos de diálogo de paz. La publicación señala que el gobierno de Gustavo Petro ha suspendido la mesa de diálogo con el ELN, condicionando su reactivación a una verdadera muestra de paz por parte del grupo guerrillero.
El conflicto entre el ELN y el gobierno colombiano se enmarca en un contexto de tensiones y acusaciones mutuas. El ELN sostiene que sus acciones son legítimas y en defensa de sus principios políticos, mientras que el gobierno y diversos sectores políticos consideran que el grupo insurgente no tiene voluntad de buscar una salida negociada al conflicto. La situación se complica aún más con las acusaciones de protección a grupos paramilitares y el uso de tácticas de intimidación contra comunidades locales.
“Quien ama la vida, lucha hasta la muerte contra el mal. ¡Basta Ya!, ¡Colombia para los trabajadores!, ¡Ni un paso atrás, liberación o muerte!, ¡Ni rendición ni entrega, siempre junto al pueblo!”, finaliza y firma la guerrilla.
La comunidad internacional y el pueblo colombiano siguen atentos a los desarrollos en este conflicto, que ha dejado una estela de violencia y desconfianza. La suspensión de los diálogos de paz representa un retroceso en los esfuerzos por alcanzar una solución pacífica y duradera en el país.