El expríncipe de Gran Bretaña, Andrew Mountbatten-Windsor, rechazó comparecer ante el Congreso de Estados Unidos para responder sobre su vínculo con Jeffrey Epstein, lo que generó una fuerte reacción entre sectores demócratas que investigan la red de explotación operada por el fallecido empresario estadounidense.
16 miembros demócratas de la Cámara de Representantes enviaron una carta solicitando al exmiembro de la familia real británica una entrevista transcrita como parte de la pesquisa sobre Epstein, fallecido en prisión en 2019 mientras aguardaba juicio por tráfico sexual.
En el documento, los legisladores instaron a Andrew, hermano menor del rey Carlos III del Reino Unido, a responder antes del 20 de noviembre. La falta de respuesta del expríncipe fue interpretada como una negativa abierta, según los parlamentarios que firmaron el requerimiento.
Entre los principales impulsores del pedido figuran los demócratas Robert García y Suhas Subramanyan, integrantes de la comisión de supervisión encargada de la investigación sobre Epstein. En un comunicado difundido el viernes, enfatizaron: “El silencio de Andrew Mountbatten-Windsor ante la demanda de testimonio lo dice todo”, aseguraron los legisladores.
Además, añadieron que los documentos revisados, junto a registros públicos y el testimonio de Virginia Roberts Giuffre, plantean serias preguntas que él debe responder, pero sigue escondiéndose.
La presión para que Andrew Mountbatten-Windsor coopere con la investigación incrementó en los últimos días. El primer ministro británico, Keir Starmer, se sumó a quienes exigen que el exroyal brinde información.
Consultado sobre si el ex duque debía declarar ante la comisión estadounidense, Starmer sostuvo: “Quienes tengan información relevante en relación con este tipo de casos deben proporcionar esa evidencia a quienes la necesiten”.
Según reportó la agencia AFP, la comisión legislativa estadounidense analiza la magnitud y los implicados en los crímenes atribuidos a Epstein y busca esclarecer la posible complicidad de figuras de alto perfil, como Mountbatten-Windsor.
Sin embargo, el Congreso de Estados Unidos carece de autoridad legal para obligar a ciudadanos extranjeros a testificar, por lo que la posibilidad de obtener la comparecencia del inglés es limitada.
El presidente del comité de supervisión, James Comer, miembro del Partido Republicano, no se ha pronunciado sobre la opción de emitir una citación formal a Andrew Mountbatten-Windsor.
La correlación de fuerzas obliga a los demócratas a buscar respaldo republicano para acciones dirigidas a testigos extranjeros.
Por su parte, los demócratas recalcaron que la falta de cooperación del ex principe no detendrá la labor del comité. En declaraciones recogidas por The Guardian, Robert García y Suhas Subramanyan aseguraron: “Nuestro trabajo continuará con o sin él, y haremos que rindan cuentas todos los involucrados en estos crímenes, sin importar su riqueza, estatus o partido político. Haremos justicia para las víctimas”.
(Con información de AFP)
