El exilio forzado de Edmundo González, un misil del chavismo contra la moral de la población

La repentina salida de Venezuela del candidato presidencial Edmundo González Urrutia en la noche del sábado marcó una “derrota” para la estrategia de la oposición venezolana frente a la dictadura de Nicolás Maduro, según analistas, dado que implica un golpe de frustración para la población, que ahora espera acciones esperanzadoras de su líder, María Corina Machado, para sosegar el escenario político incierto que abruma al país.

Tras varios días de especulaciones, el exilio forzado de González Urrutia, quien se encuentra en España tras solicitar asilo político, se concretó en respuesta al creciente hostigamiento y a las amenazas contra su vida por parte del régimen chavista, que se potenciaron después de que la Fiscalía de Venezuela emitiera una orden de detención en su contra la semana pasada. “Ante esta brutal realidad, es necesario para nuestra causa preservar su libertad, su integridad y su vida”, comunicó Machado, que afirmó que la lucha de González Urrutia continuará desde fuera del país.

“Para el chavismo es una gran victoria entendiendo que Edmundo González es la única persona que, de alguna forma, legalmente tenía la posibilidad de asumir el poder el 10 de enero tomando en cuenta lo que se sabe hasta ahora en relación a los resultados electorales publicados”, en los que las actas recopiladas por la coalición opositora Plataforma Unitaria Democrática (PUD) confirmarían el triunfo del aspirante opositor con un 67% de los votos, dijo a LA NACION el analista político Luis Peche. “No tener a Edmundo dentro de Venezuela es un golpe muy duro para la estrategia de la oposición”.

Coincide con este argumento el consultor Ricardo Ríos, presidente de Poder y Estrategia, quien señala que el paso dado por González Urrutia es “una derrota para la oposición; no obstante no quiere decir que sea el fin del juego”.

“Como movimiento político, desde el punto de vista estratégico, el hecho de que Edmundo González haya salido del país, no es justamente una victoria. Se abre otro juego, pero ya no con la posibilidad de la presión interna que le generaban los dilemas estratégicos al gobierno”, remarcó en conversación con este medio Ríos. “¿Por qué no lo metió preso? Porque le era muy costoso. ¿Por qué tramitó raudo la salida, como no lo ha hecho por ejemplo con los refugiados en la embajada de Argentina? Porque el costo no es tan alto”, agregó.

El candidato presidencial opositor Edmundo González, al llegar a una base de la Fuerza Aérea Española tras abandonar Caracas

Dirigentes de la oposición venezolana vieron el asilo del exdiplomático como un corolario de la maquinaria del terror que está ejerciendo el régimen en todas las esferas de la población, así como un alivio por saber que la integridad física de González Urrutia, de 75 años, está resguardada fuera. Las principales voces insistieron en que continuará trabajando para conseguir la transición democrática negociada a pesar de no estar dentro del país.

“Desde el gobierno se trata de limitar el poder de articulación y de organización de las fuerzas democráticas del país en todo el territorio venezolano y hay una presión y una estrategia para promover el exilio de los principales líderes opositores. Con esta salida, puede que de momento sea cantada como una victoria del oficialismo”, dijo a LA NACION el politólogo venezolano Piero Trepiccione.

No obstante, el consultor indicó que es importante ver a partir de ahora cómo operará González Urrutia desde Europa para “apuntalar mejor la resonancia de la comunicación política de los factores democráticos del país, y en ese sentido creo que puede ayudar en el corto y mediano plazo”.

Para la experta en comunicación política Carmen Beatriz Fernández, la salida de González Urrutia “no hace que Maduro esté más cómodo ni más estable, porque al final tiene un rol muy importante; pero no es el líder del proceso, esa es María Corina Machado”.

González Urrutia, un diplomático de profesión, hace más desde Madrid que desde una embajada o una cárcel en Venezuela. Ese tándem con Machado puede seguir funcionando con él desde afuera, haciendo vocería ante la comunidad internacional, y con María Corina Machado desde el territorio, con lo que quiera que signifique esta nueva fase de hacer política en una oleada de represión”, señaló la experta.

Machado anunció que continuará la resistencia en territorio venezolano, aunque se desconoce su paradero

Los analistas coinciden en que el efecto inmediato que ha generado la salida del candidato opositor ha sido la desilusión de la población, un triunfo para la dictadura. Periodistas locales consultados por este medio, tanto de Caracas como en otros municipios de Venezuela, afirmaron que el sentimiento de la población este domingo era de “desesperanza”.

“La gente está muy triste. Algunos esperan ahora por otra acción de María Corina Machado, aunque creo que si convoca a movilizaciones muy pocos saldrían a la calle porque el miedo es muy fuerte y continúa la persecución. La gente espera más bien que ella tenga una solución negociada más arriba. Este país es de fe, pero de verdad queda muy poca”, dijo a LA NACION bajo anonimato un dirigente barrial de la parroquia de Catia.

Otra dirigente barrial, de la parroquia de San Juan del Municipio Libertador del Distrito Capital, comentó a este medio que muchos vecinos le escribieron el domingo por la mañana con la pregunta “¿y ahora qué?”. “Hay mucho desánimo y descontento. Muchos se atrevieron a decir que ´nos volvieron a dejar solos´. Creo que es parte del juego del gobierno nacional que perdamos la esperanza”, precisó.

“El gobierno no buscaba deshacerse de Edmundo, sino desmoralizar a la población, esa gente que muy masivamente pide un cambio político. Y en buena medida lo logra y lo facilita, porque facilitar un salvoconducto a un señor con orden de aprehensión no hubiese sido posible sin el beneplácito de Maduro”, aseveró Fernández.

“La noticia ha causado conmoción en el estado de ánimo de los venezolanos y un sentimiento de tristeza, pero creo que con el correr de los días y con mantener la vocería internacional con González, e interna con Machado y otros líderes, la oposición pueden rearticular el sentimiento de cambio”, sintetizó en la misma línea Trepiccione.

 Manifestantes marchan contra los resultados oficiales de la elección, en los que se declara la victoria del presidente Nicolás Maduro, en el vecindario de Catia en Caracas, Venezuela, el 29 de julio de 2024, un día después de la votación.

Toda la expectativa está puesta ahora en la próxima jugada de Machado, quien buscó dar tranquilidad al comunicar en sus redes que no abandonaría Venezuela. “Que esto quede muy claro a todos: Edmundo luchará desde afuera junto a nuestra diáspora y yo lo seguiré haciendo aquí, junto a ustedes. Serenidad, coraje y firmeza”, publicó Machado en su cuenta de X el domingo.

“María Corina tiene un rol muy difícil por lo cercada que está. Sin embargo es un rol importantísimo porque es la figura sentimental del deseo de cambio del país y es muy importante su permanencia en Venezuela precisamente para que, en este estado de amedrentamiento y persecución de parte de las esferas del poder hacia la oposición democrática, ese sentimiento que pueda aglutinar las fuerzas del cambio en el país en el territorio. Es un rol muy importante que no se puede transferir a otra figura”, sumó Trepiccione.

Aunque el régimen pueda congratularse por el exilio forzado de González Urrutia -el fiscal general Tarek W. Saab lo consideró el “final” de una “mediocre obra”- los analistas enfatizan que la magnitud de lo ocurrido en las elecciones del 28 de julio, en las que gran parte de la comunidad internacional y la oposición denunciaron un fraude de Nicolás Maduro, no puede deshacerse.

“El régimen está intentando sostenerse a través de la fuerza bruta; lo hace porque se siente como una fiera malherida. Ellos mismos están aterrorizados por lo sucedido el 28 de julio, que dejó demasiado al desnudo la fragilidad de Maduro en términos de afecto popular. Es como tratar de pelear contra un tsunami. Aunque algunos actores del gobierno puedan intentar que Machado abandone el país, todavía quedan algunas salidas políticas que den espacio a una negociación de la transición democrática”, concluyó Fernández.