El Gobierno avanza en desregulación en sector eléctrico, pero faltan detalles clave

La secretaría de Energía anunció que avanzará hacia ciertas desregulaciones en el sector eléctrico. Las mismas tienen que ver con las obligaciones de las empresas a la hora de realizar operaciones entre sí.

Desde hace dos décadas, las relaciones entre los generadores eléctricos y los distribuidores (las empresas que llevan luz a los hogares y comercios) están intermediadas por Cammesa. Esta empresa es de control estatal y toma un montón de decisiones, que los privados creen que pueden tomar por su cuenta.

  Cammesa les compra la electricidad a las generadoras y se la vende a las distribuidoras, que cobran a los usuarios. Cuando lo recaudado por las distribuidoras no alcanza para cubrir los costos, vienen los subsidios estatales, que están en caída.   

“Iniciamos la normalización del Mercado Eléctrico Mayorista para impulsar la libertad y la competencia”, aseguró Energía en un comunicado.

Las medidas adoptadas son dos. Por un lado, se fomentan los contratos bilaterales libres en el mercado (eléctrico). “Se promoverá la participación activa de Grandes Usuarios y distribuidores, lo que facilitará el desarrollo de nueva infraestructura de generación y transporte de energía”, anunció Energía.

Esto implica que las empresas podrán comprar electricidad a las generadoras sin la intermediación del Estado.  Es una suerte de regreso al modelo de los ’90, donde Cammesa no intervenía en las transacciones. La mayorista estatal comenzó a tallar en 2001-02, tras la pesificación y el congelamiento de tarifas.

Sin embargo, ya hay contratos establecidos -y que se seguirán cumpliendo- que limitan las ventajas de la libre negociación entre las partes.

Las generadoras, por ejemplo, pagan un precio por el gas que compran de Vaca Muerta, algo que se hizo para fomentar el desarrollo de la formación neuquina. Ese importe no se puede modificar por unos años. Todas las generadoras que poseen la tecnología de “ciclo combinado”, recurren a gas. Es uno de sus principales costos.

Esos contratos de abastecimiento de gas a las generadoras, para que estas luego despachen electricidad a las distribuidoras, no tienen margen para ser modificados, según explican fuentes de la generación eléctrica.

Cambios futuros

“El principal cambio es hacia adelante. Las empresas que quieran invertir en nueva generación podrán comprar el gas donde quieran, y despachar la electricidad al precio que quieran. La ventaja está más en el futuro que en la actualidad”, señaló una fuente del sector.

Cammesa establece hoy la remuneración media, es decir lo que el sistema eléctrico convalida como precio de la energía eléctrica. No está claro que eso se modifique en el corto plazo.

También habrá “una descentralización en la gestión de combustibles”. Hasta acá, cuando un generador eléctrico quería comprar fuel oil para que funcionen sus máquinas, debía pedirle permiso a Cammesa. Y la mayorista de control estatal se encargaba de la operación.

La remoción de Cammesa en esa posición permitirá a las generadoras comprar combustibles por su cuenta. “Incentivará la competencia y eficiencia”, dice Energía.

Las dudas

De todas formas, en el sector persisten dudas sobre la implementación de este anuncio. 

Para obtener generación “extra”, Energía fue validando programas de estímulos especiales. Por ejemplo, habilitando el funcionamiento de máquinas a vapor (no son las más eficientes) durante determinados períodos, como el verano. También hubo otras normas para aumentar la generación con ciertos “premios”, que se suponía abarcaban hasta octubre de 2025, por ejemplo.

La continuidad de esos programas especiales está en duda, según fuentes del sector.