El Gobierno cerró la ex Ciccone Calcográfica y dispensó a 270 personas

El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, confirmó el cierre definitivo de la imprenta conocida como Ciccone Calcográfica, estatizada tras el escándalo que se produjo por las irregularidades en su compra y que llevó a una condena al exvicepresidente Amado Boudou. “Cerramos Ciccone”, festejó Caputo. En un texto en la red social X, el ministro dijo que eso significará un ahorro anual de más de $5.000 millones y que los 270 trabajadores del lugar fueron “dispensados”.

Según pudo saber LA NACION, el Gobierno dio licencia a los empleados de la planta que está en Don Torcuato hasta el lunes 25 de noviembre y allí se verá quiénes podrán ser reubicados o desplazados de la administración pública, tal vez con acuerdos individuales. “Nadie volverá a la planta de la ex Ciccone”, confirmaron fuentes vinculadas al sector.

El anuncio del cierre originalmente había sido realizado a comienzos de octubre junto con la reestructuración de la Casa de la Moneda, algo que fue anticipado por LA NACION.

“Hoy llevamos a cabo el cierre definitivo de la planta de fabricación de billetes (ex Ciccone), ubicada en la localidad de Don Torcuato. En este sentido, ya se puso en marcha el operativo para el retiro de maquinaria, el cierre de las oficinas y se notificó la decisión a la dotación de personal afectada”, explicó Caputo.

El funcionario adelantó además que la Agencia de Bienes del Estado dispondrá del inmueble “para la subasta y posterior venta. El mismo actualmente posee una bóveda de almacenamiento, que se utiliza para almacenar billetes que están próximos a ser destruidos y era utilizada por el Banco Central de la República Argentina (BCRA)”.

Ciccone Calcográfica funcionaba, hasta ahora, en Don Torcuato

En cuanto a la utilidad de las máquinas que están en su interior, el ministro confirmó que algunas de ellas seguirán en manos del Estado. “A partir del proceso de cierre, la maquinaria necesaria para la producción de chapa patente se instalará en los depósitos de Retiro, y se iniciará el proceso de retiro de tres máquinas de calcografía para la producción de pasaportes. En la misma línea, se retirará toda la maquinaria importada utilizada para la producción de billetes. La producción de los mismos se encuentra sin operar desde el 31 de octubre, cuando el BCRA decidió rescindir el contrato vigente y dar por terminada la producción de billetes por parte del Estado Nacional”, escribió en su cuenta oficial de X.

El viernes 15 de noviembre el Gobierno oficializó la quita de la jubilación de privilegio al exvicepresidente Boudou por haber sido condenado en la causa de la compra irregular de Ciccone. El Ministerio de Capital Humano anunció que haría con Boudou lo mismo que con Cristina Kirchner, a quien también le quitaron la asignación vitalicia y la pensión que cobraba por la muerte de Néstor Kirchner.

“El hecho de haber sido encontrado culpable de un delito contra la administración pública en el ejercicio de su función pública, tornaba inadmisible que pudiera seguir percibiendo, de modo directo o derivado, asignaciones de privilegio de las que resultaba beneficiaria”, se precisó en la resolución 1103 de la Anses.

Cómo estalló el escándalo de la ex Ciccone y qué pasó después

En una investigación, Hugo Alconada Mon publicó el contexto en el que ocurrió el escándalo que terminó con la condena de Boudou. Cristina Fernández de Kirchner había arrasado en las urnas, con Boudou como compañero de fórmula. Pero en febrero de 2012 estalló el escándalo. La expareja de Alejandro Vandenbroele, Laura Muñoz, contó lo que sabía y la madeja de sociedades, dinero negro, vínculos comerciales y mucho más comenzó a salir a la luz, provocando la apertura de una investigación penal, desplazamientos de fiscales, jueces y hasta la renuncia del entonces procurador general de la Nación, Esteban Righi.

Lo que contó Muñoz fue como Boudou, a través de testaferros, compró la imprenta Ciccone. Luego, y en medio del escándalo, Cristina Kirchner mandó un proyecto al Congreso y la declaró sujeta a expropiación.

José María Núñez Carmona, con Boudou, en Nueva York

Hoy, Caputo recordó aquel hecho: “La empresa había sido expropiada por el Estado Nacional el 22 de agosto de 2012 durante la gestión de Amado Boudou cuando cumplía funciones de Vicepresidente. Debido a que esta operación fue un caso de corrupción de público conocimiento, y a que hoy resulta menos oneroso que la producción de billetes se compre a distintos proveedores internacionales, no existe ninguna necesidad de que la compañía continúe en manos estatales. El cierre de la empresa implica un ahorro anual para el Estado de $ 5.040 millones. En tanto, las 270 personas que cumplían funciones en dicha planta serán dispensadas hasta determinar las políticas a seguir”, expresó.

El anuncio del cierre de la ex Ciccone y la reestructuración de la Casa de la Moneda

El 3 de octubre, el Gobierno nacional adelantó la medida que hoy confirmó Caputo: “El gobierno nacional va a avanzar con la disolución de la Compañía de Valores Sudamericana, ex Ciccone, así se la conoce, recordada por uno de los casos de corrupción más grande de las últimas décadas, y se va a avanzar con la reestructuración de la Casa de la Moneda, una imprenta con severas ineficiencias”. Lo hizo a través del portavoz del presidente Javier Milei, Manuel Adorni.

Con el “caso de corrupción” hizo referencia a la causa Ciccone, por cohecho y negociaciones incompatibles, que salpicó al exvice del kirchnerismo, Amado Boudou, quien utilizó como testaferro a Alejandro Vandenbroele para adquirir la firma y así hacerse de contratos con el Estado. En 2020, la Corte Suprema de Justicia dejó firme la condena a 5 años y diez meses de prisión contra el exfuncionario.

Manuel Adorni Hoy La Casa De La Moneda Trabaja Poco Y Nada

En tanto, y según Adorni, la “mala administración” de la Casa de la Moneda hizo que las deudas en esa entidad asciendan a US$371 millones, con un patrimonio negativo de US$78 millones y un bruto de US$20 millones.

“Por la decisión del kirchnerismo de negarse a emitir billetes de mayor denominación se gastaron US$4700 millones en importar, para solventar la Casa de la Moneda, que debería haberlos abastecido a la Argentina, pero como no daban abasto las impresoras, decidieron gastar este dineral; un delirio que representa la gestión de Massa, Fernández y la presidenta del Instituto Patria, la señora Kirchner”, dijo el vocero.

En esa línea, Adorni anticipó la reestructuración: “En la Argentina que no imprime billetes, poco sentido tiene seguir con este despilfarro para mantener una estructura al servicio de los degenerados fiscales. La readecuación es el último clavo en el ataúd de la inflación. Como dijo Friedrich Hayek: ‘Dudo de que algún monopolio haya hecho tanto daño como el de la emisión de dinero’”.