El Gobierno redefine el futuro nuclear argentino: tres fases, China y el plan uranio

Tras un largo camino como asesor presidencial, Demian Reidel consiguió quedar al frente del directorio de Nucleoeléctrica Argentina S.A. Al frente de la empresa que opera las centrales nucleares del país, ya definió cuál será la hoja de ruta que seguirá para el desarrollo nuclear, lo que incluye exportar un mineral muy importante.

Si bien el rumor circula hace varias semanas, ayer NA-SA anunció oficialmente la designación del funcionario libertario al frente de la empresa. Además, durante un almuerzo en el Rotary Club dio a conocer su plan para la empresa en vías de privatización. 

El Directorio queda conformado entonces por Demián Reidel como presidente de NA-SA y el ingeniero Germán Guido Lavalle como su número dos. Según informó el propio Reidel durante dicho encuentro reveló que no avanzará con el proyecto de construir un reactor nuclear con capitales de China, el Atucha III, en medio de un alineamiento total del Gobierno a Estados Unidos.

La empresa opera las tres centrales nucleares que tiene Argentina: Atucha I, Atucha II y Embalse. Además, tiene a su cargo la construcción de nuevos proyectos en el sector. Una de las metas es la construcción de nuevos reactores modulares de 300 MW, de diseño nacional, que se sumará al complejo nuclear de Atucha.

Por lo tanto, el plan de Reidel tendrá tres fases: el primero consistirá en desarrollar un reactor modular SRM. Para esto se buscará construir una nueva planta nuclear con cuatro módulos en lo que iba a ser Atucha 3. En dicha fase, se incluirá un trabajo coordinado con Invap, Conea, Conur y otros organismos.

Según Reidel, la fase 2 se llamará “Modelo Gillette” y buscará exportar uranio. “De la misma forma en que te venden la maquinita de afeitar y los repuestos, podemos aprovechar la comercialización de estos reactores modulares para venderlos con un compromiso de compra de uranio argentino, mineral del que tenemos cuantiosas reservas, pero que está totalmente desaprovechado”, afirmó.

Finalmente, en la fase tres se espera que lleguen las inversiones para que las empresas extranjeras “enchufen” sus datas centers. “Si logramos las fases 1 y 2, no va a ser ciencia ficción”, sostuvo.

Presupuesto de NA-SA: por qué el Gobierno inyectó fondos nuevos

En la prórroga presupuestaria de 2024, el gobierno de Javier Milei se había visto forzado a aumentar las partidas para el Sector Público Nacional mes a mes y, en ese plano, las empresas públicas no fueron la excepción pese a la idea de avanzar en la privatización de un grupo de ellas en una primera etapa.

Un día antes de que comience noviembre el Gobierno decidió publicar en el Boletín Oficial la Decisión Administrativa 1015/2024 donde se fortaleció el capital de Nucleoeléctrica. Normalmente, desde la Secretaría de Hacienda convalida actualizaciones para los gastos corrientes (es decir, de fondos para poder hacer los gastos básicos para que la empresa siga funcionando) y solo en ocasiones puntuales se aprestan a incrementar los llamados gastos de capital (apuntados a inversiones o aumento de la capacidad productiva).

El secretario de Hacienda, Carlos Guberman, autorizó entonces el pedido de los funcionarios energéticos que precisaban los fondos para financiar las nuevas obras de la compañía. Según informaron a El Cronista desde Nucleoeléctrica en aquel momento, los $ 104.659.492.976 que ya están allí estaban orientados para la extensión de vida de Atucha I.

La primera central nuclear permanece parada por 30 meses para hacerse refacciones después de 50 años, algo que ya se había previsto desde noviembre de 2022. Según informan desde la compañía, la finalización de esas obras permitirá extender su operación por veinte años adicionales a plena potencia.

La paralización de la central no tiene consecuencias inocuas. Atucha I abastece cerca del 1,9% de la demanda de electricidad. Se trata de un porcentaje para nada desdeñable y del que se prescindirá para los diferentes picos de demanda que habrá durante los meses de mayor calor. Según informó EconoJournal, el consumo de energía podría llegar a los 30.700 MW, siendo 1.000 MW por encima del récord histórico al que se llegó en febrero de este año.

Aun así, la finalización de esas obras dejará a Nucleoeléctrica con tres centrales nucleares (las dos Atucha y Embalse). La compañía es referencia a nivel mundial en el sector nuclear y el gobierno planea ultimar detalles para hacer una emisión de sus acciones y que comience a cotizar en bolsa: una privatización soft, definen en la Casa Rosada. El modelo es el del “AySA de São Paulo”, Sabesp, que se privatizó a través de ese formato.