Recordar gran cantidad de información después de largas horas de estudio puede ser un reto para los alumnos en un mundo rodeado de constantes distracciones digitales. Pero una investigación reciente realizada por la Universidad Autónoma de Barcelona reveló que ciertas actividades pueden potenciar la memoria y hacer que los conocimientos se fijen con más fuerza en tu cerebro.
Según los científicos españoles, la adrenalina es una hormona que el cuerpo libera en situaciones de estrés o excitación y desempeña un papel fundamental en la mejora de la memoria. Este fenómeno, conocido como “memoria emocional”, explica por qué los eventos que generan una fuerte respuesta emocional quedan grabados con mayor intensidad en nuestra mente.
Los ensayos realizados por los expertos revelaron que la activación de la adrenalina después de estudiar puede extender la duración de la memoria de reconocimiento visual. Para comprobar esta teoría, los científicos utilizaron ratas, aquellas expuestas a un incremento de adrenalina retuvieron la información hasta diez veces más que los que no experimentaron este estímulo.
“Para llevar a cabo esta tarea, la rata era colocada en una caja cuadrada y se le dejaba explorar dos objetos idénticos, construidos a partir de piezas de Lego (fase de muestra). Después de un tiempo (3, 24 o 48 horas), se volvía a colocar al animal en la misma caja y se le presentaba un objeto idéntico a los de muestra y un objeto diferente (…). Solo los animales que habían recibido adrenalina mostraban memoria de reconocimiento específicamente para la identidad (“qué”) y la localización (“dónde”) del objeto”, detallaron en su informe los especialistas en el tema.
“La administración de adrenalina justo después del entrenamiento alarga la duración del recuerdo en tareas de memoria de reconocimiento. Así pues, la adrenalina (ya sea administrada artificialmente o liberada de manera natural a consecuencia de un cierto estado de activación emocional, por ejemplo) puede mejorar el recuerdo de tareas con bajo contenido emocional y que contienen elementos de memoria episódica”, concluyeron los investigadores.
Pero, ¿cómo se activa la adrenalina en una persona para retener conocimientos estudiados? No es necesario exponerse a situaciones extremas para aprovechar este efecto. Existen diversas actividades sencillas que pueden estimular la liberación de adrenalina de forma controlada:
- Ducha fría: el contacto con agua fría activa el sistema nervioso y promueve la liberación de adrenalina.
- Ejercicio de alta intensidad: realizar un sprint corto o saltos intensos ayuda a estimular el sistema simpático.
- Bailar con música energética: el movimiento y el ritmo acelerado pueden activar la respuesta hormonal del cuerpo.
- Ver una película de suspenso o terror: las emociones fuertes desencadenadas por este tipo de contenido audiovisual pueden aumentar la adrenalina de manera natural.
- Jugar videojuegos de acción: los juegos que requieren rapidez y concentración generan una respuesta de alerta en el cerebro.
- Practicar deportes de contacto moderado: actividades como el boxeo ligero o las artes marciales pueden ser efectivas sin necesidad de un entrenamiento extenuante.
Si bien la adrenalina puede ser beneficiosa para la memoria, su exceso puede tener el efecto contrario. Un nivel controlado de esta hormona favorece la retención de información, pero un estado de estrés prolongado puede afectar negativamente el hipocampo, la región del cerebro responsable de consolidar los recuerdos.
Para mantener un equilibrio saludable, es recomendable practicar técnicas de respiración profunda antes y después de estas actividades, así como combinarlas con ejercicios de relajación como el yoga o la meditación.