Es un poco injusto decir que Paula Bernini es la periodista del momento. Lisa y llanamente es una de las mujeres más importantes de la actualidad. Su fama y su llegada a la gente sobrepasaron las fronteras del trabajo y ya invaden otros territorios. Si bien ya venía edificando una carrera sólida y seria, su cobertura del Caso Loan y un fuerte cruce que protagonizó con Jorge Rial la llevaron directamente al olimpo de la tele y del cariño del público.
Paula tiene críticos -como todo el mundo, sobre todo en esta épocas de redes sociales- pero son muchos más aquellos que la quieren y que la incorporaron prácticamente a su rutina diaria. Hombres y mujeres que si están haciendo un zapping y ven que la nota la está haciendo ella, clavan la sintonía allí, en TN, sea cual fuere el tema que se esté tocando.
En el último mes y medio fue el caso que tiene en vilo a toda la Argentina, la desaparición de Loan Peña en la provincia de Corrientes. Antes, había sido noticia por una pelea que protagonizó en plena calle, cuando pidió opinión a la gente y recibió fuertes acusaciones. La semana pasada, Rial se burló de sus lágrimas y ella le contestó con todo, mostrando que además de sensibilidad también tiene agallas y ovarios.
Pero este gran presente está cimentado, en buena parte, en una historia dolorosa que atravesó en el pasado. La muchacha de Ramos Mejía, al oeste del conurbano bonaerense, empezaba a trabajar como periodista cuando sufrió en carne propia un hecho trágico. Ella misma se lo contó a Caras alguna vez. “Yo hacía mi trabajo con mucha pasión, pero hubo un hecho que me acercó aun más al trabajo” arrancó Paula en aquella oportunidad.
EL HECHO TRAGICO QUE MARCO LA VIDA Y LA CARRERA DE PAULA BERNINI
“Estaba de novia desde hacía 8 años con un chico de mi barrio llamado Julio, y lo mataron de un puntazo para robarle la moto. Fue muy triste” recordó Bernini, quien sin embargo sacó fuerzas de flaqueza para sobreponerse. “Me aboqué más a mi profesión: tuve mucha contención de parte de mis compañeros” contó para explicar cómo pudo salir adelante.
“Yo creí en Ramos Mejía y eso hizo que en el colegio me relacionara con gente que tenía casa muy linda en Ramos y con otra que era de Fuerte Apache, lo que me permitió conocer muy de cerca los distintos estratos sociales. Ahí aprendí que en todos hay gente buena, laburadora, y desde entonces aprendí a tratarlos” relató de aquel entonces en el que soñaba sentarse a la mesa de los grandes del periodismo. El próximo fin de semana, cuando sea una de las comensales del programa de Mirtha Legrand, sentirá por fin que alcanzó el objetivo.