Los jugos naturales son grandes aliados para la salud digestiva, ya que ayudan a desinflamar el estómago y a mejorar el equilibrio de la microbiota.
Gracias a las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de muchas frutas y verduras, es posible crear combinaciones que reducen la hinchazón abdominal y regulan el apetito a lo largo del día.
Si bien el mercado ofrece numerosas bebidas energizantes, existe una verdura que, al mezclarse con ciertas frutas, da lugar a un licuado perfecto para comenzar la mañana con energía. Lo mejor de todo es que puede cultivarse fácilmente en casa, incluso en espacios reducidos.
¿Cuál es la mejor verdura que aporta energía por las mañanas?
La espinaca es una aliada clave para mantener altos niveles de energía en el cuerpo, gracias a su riqueza en tres nutrientes esenciales: vitamina A, vitamina K y ácido fólico.

Para un desayuno fresco, una opción sencilla y saludable es preparar un licuado mezclando hojas de espinaca con apio y manzana verde. Esta combinación no solo aporta vitaminas y minerales, sino que también favorece la digestión y la hidratación, aportando grandes cantidades de energía.
Beneficios de la espinaca en la salud integral
El licuado de espinaca aprovecha al máximo los beneficios de la verdura, convirtiéndose en una bebida cargada de nutrientes esenciales para la salud.
Además de su alto contenido en clorofila, vitaminas y minerales, la espinaca aporta grandes cantidades de fibra dietética, lo que favorece la digestión y el bienestar general. Entre sus múltiples beneficios, destacan los siguientes:
Es fuente de hierro
La espinaca es una gran fuente de vitaminas y minerales, especialmente de hierro, lo que la convierte en una excelente opción para la dieta de quien practica actividades físicas de alta intensidad. Esto es porque el cuerpo necesita hierro para transportar el oxígeno hasta las células musculares durante el ejercicio.

Mejora el funcionamiento del sistema digestivo
La gran cantidad de fibra y agua convierten a la espinaca en un gran aliado del sistema digestivo, ya que colabora para la limpieza del intestino y actúa en la eliminación de desechos que se encuentran en las paredes del órgano.
Además, la espinaca sirve para fortalecer las funciones de las células intestinales, alejando así complicaciones como el estreñimiento, mala digestión, colitis e incluso úlceras de estómago.
Combate la inflamación y previene enfermedades
Las hojas de la espinaca son excelentes fuentes de antioxidantes como la vitamina A y la vitamina C, además de los polifenoles luteína, zeaxantina y beta caroteno. En conjunto, estos compuestos colaboran para el fortalecimiento del sistema inmunológico.
Además, la espinaca contiene más de diez tipos de flavonoides diferentes que actúan en la lucha contra el cáncer y la inflamación en el organismo.
Contribuye a la salud del corazón
Las vitaminas A y C actúan sobre los niveles de colesterol, evitando la oxidación del LDL y evitando así que se deposite en la pared de las arterias.
Además, el jugo de la espinaca es una excelente fuente de potasio, mineral esencial para el funcionamiento adecuado del corazón.

Protege la visión
El jugo de la espinaca contiene luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que actúan en la prevención de la degeneración macular relacionada con la edad. También es una excelente fuente de beta caroteno, que ayuda a disminuir el riesgo de cataratas.
Fortalece los huesos
La espinaca es fuente de vitamina K, lo que la convierte en un excelente alimento para la salud de los huesos.
Además de ser importante para la formación de las uñas, los dientes y el pelo, la vitamina K también actúa en la coagulación de la sangre y controla la activación de los osteoblastos, las células que están involucradas en la formación del tejido óseo.
Cómo cultivar espinaca en casa
Cultivar espinaca en casa garantiza un suministro fresco y libre de químicos. Cuando las hojas alcanzan el tamaño adecuado, se pueden cosechar las más grandes, permitiendo que la planta siga produciendo durante uno o dos meses.

Además, al ser de muy sencillo cultivo, no requiere de un gran mantenimiento para su cuidado y puede desarrollarse de manera adecuada en un espacio que para otros podría parecer limitado. Los pasos para hacerlo son:
- Conseguir un gajo: para esto simplemente se toma una planta de espinaca y se corta por 5 centímetros por encima de la raíz.
- Enraizar: para esto se debe tomar la porción de espinaca y colocar en un vaso con agua sin sumergirla por completo. Dejar el recipiente en un lugar bien iluminado, pero sin que los rayos del sol le den de manera directa y cambiar el agua diariamente.
- Trasplantar: después de aproximadamente una o dos semanas la planta comenzará a enraizar y a brotar. Cuando esto suceda, será momento de trasplantar. Para esto se debe tomar una maceta mediana, verter sustrato bien abonado hasta dejar unos 3 centímetros libres de la parte de arriba, regar con abundante agua y trasplantar la planta con cuidando de no maltratar las raíces.