La casa de Gran Hermano recibió hace unos días la llegada de 25 nuevos participantes en el arranque de esta tercera temporada consecutiva. Dentro de las muchas historias que existen entre los jugadores, una de las más fuertes tiene que ver con Luciana Martínez, que ya desde el clip de presentación sorprendió a todos.
“Hola soy Jorge Barrionuevo de la provincia de Santa Cruz”, arrancó detallando Luciana en el clip donde se la vio por primera vez. “Hace más de diez años que a escondidas soy Luciana Martínez”, agregó la santacruceña, para luego contar parte de su historia de vida, recordando un importante hecho: toda su familia se estaba enterando de esto en ese momento, ya que no lo había hablado antes.
Sin embargo, toda esta historia era absolutamente desconocida para los otros participantes de Gran Hermano. Luciana quería tomarse un tiempo para conocer a los demás jugadores, confiar en que podía abrirse ante ellos. Sabía y es consciente de los prejuicios que hay aún dentro de la sociedad moderna, y sus compañeros de convivencia no eran la excepción.
De hecho varios de los participantes fueron encontrando señales “sospechosas” y tuvieron horribles comentarios hacia ella en privado. Pero hoy, en medio de la gala de eliminación y aprovechando la voz que le dio Santiago del Moro a los jugadores, la participante no dejó escapar la oportunidad y le contó por primera vez a todos sus compañeros su identidad.
LUCIANA DECIDIÓ CONTARLES TODA LA VERDAD A SUS COMPAÑEROS
“Yo quiero aprovechar para contarle a todos mis compañeros que hace un mes y medio me despedí de mi familia siendo Jorge. Entré a esta casa para mostrar la persona que escondí hace 10 años, que escondía de mi familia, de mis amigos, de mis alumnos, de mi pueblo”, comenzó diciendo Luciana, para luego romper en un llanto lleno de emoción y sensaciones encontradas.
Luego siguió: “A mí Luciana Martínez me llena de poder. Tengo otra pisada. Jorge era una persona que lidiaba contra la frustración constantemente. Lo siento. Que todavía está acá. Por eso mi duelo, por eso callo, por eso tengo un nudo en la garganta. No me animaba, todavía no era el momento, porque necesitaba primero conectar con ustedes, conocerlos, observarlos, porque el afuera daña mucho, lastima y quiero sentirme empoderada para ese niño y esa niña que está del otro lado, continuó mientras sus lágrimas seguían saliendo”.
Viendo estas lágrimas y conociendo bastante de su fuerte historia de vida, Santiago del Moro se dirigió a Luciana y le dijo: “Me dan ganas de abrazarte en este momento. No puedo, estamos lejos. Tu momento llegó. Vos elegiste esta instancia para comunicarlo y ahora ya toda la casa lo sabe”. Por último, ante un silencio muy fuerte de toda la casa, el conductor de Gran Hermano pidió que todos sus compañeros la abracen para sellar el momento.