“Almuerzan hoy… Camila Medina, la participante más querida de Cuestión de peso”. Sí, Camilota se recibió de famosa. Se graduó. Le dieron el título con un 10 de promedio. Llegó nada y nada menos que a los almuerzos de Mirtha Legrand, aunque la anfitriona no fue la diva sino su nietísima Juana Viale. En el medio de la inolvidable velada, sin embargo, ella tuvo motivo para esbozar una queja. Un reclamo que sorprendió hasta a la propia conductora.
Después, en sus redes sociales, Camila reapareció y llamó la atención tanto por su discurso como por su llanto. La hermana de Thiago estaba muy emocionada por acceder a un lugar que siempre miró desde afuera, como dice el tango con “la ñata contra el vidrio”. Lo sintió como un logro personal que en su dura batalla para perder kilos y acceder a una vida saludable representa “una caricia al alma”.
Elegante como si fuera a un casamiento o a una fiesta de gala más que a un programa de televisión, Camila alegró la mesa de Juana con sus comentarios, sus anécdotas y sus historias tanto de lucha como de superación. Es, qué duda cabe, la figura principal de Cuestión de peso, el realitie de Canal 13 que le da batalla con autoridad a cualquier topadora que le ponga Telefe en contra. No puede nadie, la única que lo consigue es ella. Sí, ella. Camila. Camilota.
En un momento de la comida a Camila se le notó una cara medio rara. Rápida de reflejos, Juana se dio cuenta de la situación y le preguntó qué le pasaba y si quería decir algo. Ella primeró titubeó, pero después y sin perder la sonrisa ni la buena onda tiró “es que me dieron para comer cuatro ravioles, y yo con cuatro ravioles no me lleno”. Del “tres empanadas” de Luis Brandoni en Esperando la carroza al “cuatro ravioles” de Camila en lo de Mirtha Legrand. Histórico.
EL LLANTO DE CAMILA MEDINA DESPUES DEL ALMUERZO CON JUANA VIALE
Vestida diferente y con un resto de maquillaje en el rostro, Camila volvió a hablar. No había manera de ocultar su emoción. “Gracias gente, gracias por los hermosos mensajes que estoy recibiendo. Estoy en un momento en que estoy llorando de felicidad por todo lo que me están escribiendo, por llegar a esa mesa” dijo en un primer momento.
“Yo como digo, yo siempre los miraba desde el otro lado, y digo “uy, ahora puedo compartir”. Es una emoción muy pero muy sana. Gente que me conoce y gente que sabe quién soy, gente que ha compartido una mesa conmigo, una mesa o un mate, gente que sabe la clase persona que soy. ¡Estoy tan emocionada! ¡Lo voy a demostrar! Mi angel guardian me está mirando desde arriba. Se que mi vieja estaría muy feliz”, agregó sin poder contener las lágrimas. ¡Merecido!