Son pasadas las 14 y Tim Draper, capitalista de riesgo de Silicon Valley y fundador del Venture Capital que lleva su nombre, tiene un show que dar. No hay tiempo, llega tarde y se demoró hablando con emprendedores e inversores que se acercan para hacerle consultas de todo tipo.
Draper tiene un metro noventa, lleva unas cejas tupidas peinadas hacia arriba y viste de traje y corbata violeta que deja ver unas monedas de Bitcoin, cripto de la cual es un ferviente evangelizador. Se escabulle entre la gente y atraviesa el VIP: “Tengo dos minutos, hablemos mientras me maquillan”, dice en inglés.
En el auditorio lo espera la maquilladora, le seca la transpiración y lo luce para que en minutos comience “Meet the Drapers”, evento que dará junto a su hijo Adam, otro venture capitalist y fundador de Boost VC, una aceleradora para startups Deep Tech. El evento se da en el marco del Draper Cygnus Tech Week, organizado por su fondo y enfocado en startups latinoamericanas. Anteriormente, el inversor estuvo en Paraguay y luego de su paso por Buenos Aires, llegará hacia la noche a Uruguay.
“Argentina tiene una gran oportunidad. Creo que Milei es uno de mis héroes por ese discurso que dio en Davos y que despertó a todo el mundo de ser woke. Dijo que el capitalismo funciona y que el socialismo no; algo que estuve tratando de empujar durante mucho tiempo. Cuanta más libertad tengas, más expansiva será tu creatividad y más inventos e innovaciones podrás crear. Ahora está sucediendo aquí en Argentina y estamos listos”, admite a APERTURA.
Con un patrimonio neto estimado en u$s 2.000 millones, Draper es reconocido por haber invertido en empresas como Tesla, Theranos, Skype, Hotmail, Robinhood, SpaceX, entre tantas más. En la Argentina inyectó capital en compañías como Stamm, una empresa de biotecnología dedicada a la manufactura, y en la billetera cripto, Ripio.
“Yo busco gobiernos que confíen en su gente y la liberen, y busco startups que vayan por industrias que actualmente prestan malos servicios a altos costos…”, se interrumpe. “Por favor, no hagas eso”, le dice a la maquilladora que intenta ponerle corrector de ojeras. Continúa: “Busco tecnologías como Bitcoin, inteligencia artificial, Internet, que puedan transformar esas industrias, y luego busco personas que estén dispuestas a dedicar sus vidas a ello”.
Y es que todo lo que involucre al mundo cripto lo atrae. Tal es así que minimiza el escándalo $LIBRA que envuelve al presidente Javier Milei. “Es un innovador, prueba cosas nuevas. Probó ese memecoin… los memecoins son algo lindo. Lo probó y no funcionó”. Cuando se le remarca que está siendo investigado por presunta estafa, busca cerrar el tema: “Lo que los investigadores descubran, lo descubrirán. Yo fui investigado por un montón de cosas y nunca salió nada de ello”.
El show de Draper
Al grito de “All right, esto va a estar bueno”, empieza el show. Las cámaras lo enfocan. No está solo: lo acompañan su hijo Adam, Gabriela Cibils y Mario Pergolini, quienes ofician de jurado. El pequeño auditorio está casi lleno y durante tres horas, emprendedores de cuatro startups diferentes presentarán sus proyectos en vivo para competir por una inversión de u$s 1 millón.

Tim y Adam Draper, inversores de Silicon Valley en su paso por Buenos Aires.
Sobre la mesa, Draper deja una bola de cristal y un muñeco de Javier Milei con una motosierra, regalo de uno de los concursantes.
La primera en subir al escenario es Nunatak Biotech, una startup que desarrolla soluciones para restaurar suelos y promover el crecimiento de plantas en ambientes adversos. El pitch dura solo algunos minutos y luego los Drapers arremeten con preguntas. A lo largo de las presentaciones hay una pregunta que no falta: “¿Qué tiene este proyecto de diferente que no tenga otro?”.
Le siguen Satellites on Fire, un proyecto que combina tecnología satelital e inteligencia artificial para la detección temprana de incendios; Eywa, que desarrolla un proceso biosintético para producir psilocibina y otras triptaminas con fines terapéuticos, y por último, Skyblue Analytics, que busca “modernizar el sector financiero con herramientas avanzadas de análisis de datos”.
Finalmente, el jurado debate. Pero un show no es nada sin su público y Tim Draper les pide a los espectadores que aplaudan a su favorito para que se suceda, entre aplausos, el ganador.