Londres se prepara para transformar su emblemática silueta urbana con la llegada de 1 Undershaft, un rascacielos de 309,6 metros que compartirá el título de edificio más alto del Reino Unido y Europa Occidental con el Shard. El proyecto, que lleva años en planificación y rediseño, finalmente recibió luz verde de la City of London Corporation, prometiendo renovar el distrito financiero y redefinir cómo se conciben los espacios urbanos en la era post-pandemia.
El futuro rascacielos, que sustituirá al actual Aviva Tower, añadirá metros a la altura de la City y responderá a las demandas de un mundo cambiante en términos de sostenibilidad, accesibilidad y usos múltiples. Pero este ambicioso proyecto no estuvo exento de controversias, reflejando las tensiones entre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio histórico.
Un gigante en el corazón de la City
El 1 Undershaft se alzará en pleno distrito financiero, entre los icónicos edificios Gherkin y Leadenhall, en una ubicación privilegiada que refuerza la identidad de Londres como una de las capitales globales más dinámicas. Con 74 pisos y una altura de 309,6 metros, el rascacielos igualará en altura al Shard, construido en 2012.
Aunque los planes iniciales se aprobaron en 2016, la construcción quedó en suspenso debido a múltiples revisiones. Según la City of London Corporation, el diseño actual “responde mejor a las necesidades post-pandemia”, integrando más espacios públicos y elementos culturales. El rascacielos incluirá 154.156 m² de oficinas premium, un jardín público elevado a 42 metros y un centro educativo en colaboración con el London Museum, en los niveles 72 y 73.
Respondiendo a un mundo post-pandemia
El diseño renovado del 1 Undershaft refleja los cambios en las prioridades urbanas. Como destacó Shravan Joshi, presidente del Comité de Planificación de la City, el edificio busca satisfacer la creciente demanda de espacios de oficina de alta calidad y, a su vez, contribuir a la oferta cultural y turística de la ciudad. “Será un destino inclusivo y único para las comunidades locales y visitantes, además de una herramienta clave para el crecimiento económico”, afirmó.
La inclusión de un jardín público, espacios comerciales y un centro educativo en altura apunta a convertir el edificio en un espacio multifuncional.
Un mercado inmobiliario en transformación
La aprobación del proyecto llega en un momento crítico para el mercado de oficinas en Londres. Tras la pandemia, la demanda de espacios premium se mantuvo, pero las tendencias de trabajo remoto afectaron la ocupación en segmentos menos exclusivos. Según un informe de Deloitte, mientras otras áreas de Londres registraron una desaceleración en la construcción, la City vio un aumento del 7% en proyectos iniciados entre abril y septiembre de este año.
Esta confianza en el mercado premium también se refleja en el interés de inversores globales. Sin embargo, la lenta venta de otras propiedades importantes, como las de Nuveen y Brookfield, plantea interrogantes sobre la capacidad del mercado para absorber nuevas megaestructuras en el corto plazo.
Críticas al impacto urbano
El ambicioso proyecto no escapó a la controversia. Historic England, una organización de conservación, ha señalado que la nueva torre “degradará seriamente” el entorno público y cuestionó el impacto de otro rascacielos moderno en un área que alberga monumentos históricos como la Catedral de San Pablo. Además, hay preocupación por el creciente número de torres de cristal y acero que dominan el skyline de Londres, alterando su equilibrio visual.
A pesar de estas críticas, el proyecto tiene defensores. Joshi argumenta que la construcción de 1 Undershaft es un testimonio de la confianza de los inversores internacionales en la economía del Reino Unido. Para sus promotores, el rascacielos representa un avance arquitectónico y una apuesta por el futuro económico y cultural de Londres.
Horizonte 2029: Un nuevo icono en camino
La construcción de 1 Undershaft comenzará en 2025, tras la demolición del Aviva Tower, y se espera que esté finalizada en 2029. Además de redefinir el horizonte de Londres, el proyecto también albergará la plataforma de observación más alta de la ciudad, superando a la de Horizon 22 en el 22 Bishopsgate.
El rascacielos promete ser mucho más que una estructura imponente. Con sus múltiples usos, enfoque en la sostenibilidad y compromiso con la integración comunitaria, el edificio apunta a convertirse en un símbolo de cómo las ciudades pueden adaptarse y evolucionar en un mundo post-pandemia.