El gobernador catamarqueño Raúl Jalil detonó finalmente la unidad del peronismo en Diputados y dejó a Unión por la Patria (UP) más que complicado con la retención de la primera minoría, luego de que tres legisladores de esa provincia pegaran el portazo. En forma paralela, La Libertad Avanza (LLA) sumó un integrante, el entrerriano frigerista Franciso Morchio, lo que llevó al bloque oficialista a contabilizar 95 bancas y relegó por solo un escaño al PJ en la Cámara baja.
Consultado por LA NACION, el diputado Morchio, quien responde al gobernador Rogelio Frigerio, anticipó su pase al bloque de LLA para romper con el empate con UP, clavado en 94 miembros cada uno. El legislador integraba las filas de Encuentro Federal, que preside Miguel Pichetto, pero el mandatario entrerriano le pidió que pase a las filas libertarias.
En el peronismo el movimiento fue quirúrgico: el portazo irrumpió en plena cumbre del PJ previa a la sesión preparatoria de este miércoles, en la que se votarán cargos internos y el reparto de las comisiones. Jalil retiró a tres de sus cuatro representantes: Fernanda Ávila, Sebastián Nóblega y el diputado electo Fernando Monguillot, quienes integrarán un nuevo bloque, “Elijo Catamarca”, alineado con los gobernadores del Norte Grande que se distanciaron de la conducción de Cristina Kirchner y cuestionan la centralidad del AMBA en la agenda política. Entre ellos, los mandatarios Gustavo Sáenz (Salta), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Hugo Passalacqua (Misiones).
En esta dinámica también juega el santiagueño Gerardo Zamora, que todavía no definió si permanecerá o retirará a sus siete diputados y tres senadores de UP. Zamora fue el anfitrión de la última cumbre del Norte Grande en la que Jalil asumió la presidencia del grupo. Los gobernadores definieron sus prioridades. El documento final del encuentro ratificó “el diálogo permanente como región hacia una agenda común” y el compromiso de “trabajar en conjunto por nuestros intereses regionales y federales”. “Estamos construyendo una región del Norte Grande más unida, con más presencia federal y mejores oportunidades para nuestra gente”, celebró Jalil en X.
El Gobierno le ofreció a Jalil, además, el traspaso de YMAD −una empresa minera con caja propia− a la órbita provincial.
La única catamarqueña que permanecerá en UP será la diputada electa Claudia Palladino. “La retuvo Lucía Corpacci”, deslizaron cerca del gobernador. La exmandataria provincial y actual senadora, aliada histórica de Cristina Kirchner, conserva un peso propio que Jalil ya no reconoce.
En el Senado, Guillermo Andrada, aliado de Jalil, ya funciona en un espacio diferente al kirchnerismo junto a la jujeña Carolina Moisés, el riojano Fernado Rejal y el puntano Fernando Salino. Su bloque es “Convicción Federal”.
Es que el cuestionamiento al liderazgo kirchnerista se extendió a otros distritos. En San Luis, el diputado electo Jorge “Gato” Fernández adelantó que no se sumará a UP. “Ese espacio no me identifica: se ha kirchnerizado y no lo comparto”, dijo a medios locales. Fiel a Alberto Rodríguez Saá, compitió con el sello Frente Justicialista y confirmó que, de cara al 10 de diciembre, trabaja una estrategia conjunta con Ernesto “Pipi” Alí, otro dirigente alineado a Rodríguez Saá. Alí, por ahora, no rompió. Con su salida, LLA se alzaría con la etiqueta de la fuerza más voluminosa de la Cámara.
Mientras el peronismo pierde referentes, LLA los acumula. En la última semana, sumó a la santafesina Verónica Razzini y al diputado de Pro Alejandro Bongiovanni. El avance entusiasma al presidente de la Cámara baja, Martín Menem, y a la jefa del bloque oficialista en el Senado, Patricia Bullrich, decididos a arrebatarle al PJ la primera minoría.
A esas incorporaciones se sumará un movimiento clave: Silvia Lospennato confirmó que migrará a la Legislatura porteña. Su salida habilita el ingreso de la bullrichista Lorena Petrovich, quien ya anticipó que acompañará a los libertarios. Con ese reemplazo, LLA consolidaría su posición y podría imponerse en la batalla por el primer lugar del tablero parlamentario.
