Con la llegada de septiembre, como cada año desde 1792, Old Farmer’s Almanac presentó su edición anual, y como es tradición, este año la revista llegó con un sumario que abarca una gran y variada cantidad de temas, desde jardinería, gastronomía a astronomía y, por supuesto, clima.
Los esperados y controvertidos pronósticos climáticos de largo plazo de la publicación suelen generar estupor entre los meteorólogos, aunque son muy apreciados por el público, que cada día más, cambio climático mediante, consume ávidamente este tipo de información.
Qué proyecta para el invierno el Old Farmer’s Almanac
Para 2025, Old Farmer’s Almanac anuncia un invierno “más tranquilo y suave”, sobre el que además detalla: “Este invierno, las temperaturas subirán y las nevadas disminuirán en la mayor parte de los Estados Unidos. Si bien todavía habrá muchas temperaturas frías y nieve en la mayoría de las pistas, los altos costos de calefacción asociados con la temporada no deberían afectar tan fuerte. Predecimos un invierno templado y sin incidentes, lo que podría ser un respiro bienvenido de los extremos de los últimos años”, concluye.
En cuanto a las predicciones para Massachusetts y Boston en particular, el viejo granjero plantea que Massachusetts, Vermont, New Hampshire, Maine y el este de Nueva York deben esperar temperaturas más cálidas con nevadas ligeramente por debajo del promedio. En enero, lo más probable es que las temperaturas sean 15° por encima del promedio en el extremo norte. Sin embargo, en febrero, Nueva York, Pensilvania y Virginia, así como las principales ciudades desde Boston y Nueva York hasta Washington, DC y Richmond, pueden esperar temperaturas 2 % más frías que el promedio normal para el mes con nevadas variables.
Las críticas de los meteorólogos contra el Old Farmer’s Almanac
Completísimo, pero ¿científicamente probable? Aunque la publicación afirma que sus predicciones poseen un 80 % de exactitud, los meteorólogos suelen atacar fuerte la base científica de esos pronósticos y aducen que sus métodos “secretos” basados en patrones solares no son serios.
Robert B. Thomas, fundador de la publicación, sostenía que las tormentas magnéticas en la superficie solar influían en el clima terrestre. Basado en esta creencia, desarrolló una fórmula secreta para predecir el clima. Los detalles de esta fórmula se guardan en una caja negra en las oficinas del almanaque, que ha refinado la fórmula para incorporar tres disciplinas en sus estudios: la ciencia solar, que incluye el análisis de las manchas solares y otras actividades; la climatología, que estudia los patrones climáticos predominantes; y la meteorología, que se enfoca en el estudio de la atmósfera, según explican en la web.
“Como meteorólogo de larga data, me estremezco un poco cada año cuando el Old Farmer’s Almanac emite su pronóstico para el próximo invierno”, confiesa Pete Bouchard, de NBC, mientras que desde Animals Aronud The World, no dudan en titular con la frase “Contradicciones a raudales”, un análisis sobre las predicciones climáticas 2025 realizadas por la publicación. “No es mejor que lanzar una moneda al aire”, afirma por su parte el meteorólogo Jan Null en The Mercury News, en torno a la metodología predictiva del almanaque.
Finalmente, como señalan la mayor parte de los expertos en la actualidad, un pronóstico meteorológico de siete días puede acertar en aproximadamente el 80 % de los casos, mientras que uno de cinco días tiene una precisión cercana al 90 %. Sin embargo, las predicciones para 10 días o más solo son correctas alrededor del 50 % del tiempo.
“Los patrones climáticos de finales de otoño recién pueden darnos una pista de cómo será la primera parte del invierno”, detalla Pete Bouchard, por lo que saber que sucederá realmente con el clima norteamericano en febrero de 2025, suena un tanto arriesgado aún para los más fervientes fanáticos del Almanaque del Viejo Granjero, aunque, finalmente, como desde la publicación afirman: “Nuestro principal empeño es ser útiles, pero con un agradable grado de humor”.