El Ministerio de Sanidad posterga la presentación del plan de acción y prevención del suicidio, que continua en desarrollo. El texto con las líneas desarrolladas por el ministerio se llevará el 18 de septiembre ante el Comité Institucional de Estrategia de Salud Mental, en el que todas las comunidades autónomas tienen presencia, y pasará posteriormente al consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Esperan que el trabajo quede listo para inicios de 2025.
El Gobierno busca con este plan dar “un enfoque integral y transversal” con el teléfono 024 como “buque insignia”, ha declarado la directora del Comisionado para la Salud Mental del Ministerio de Sanidad, Belén González, en rueda de prensa. Instalado en mayo de 2022 para atender a personas con pensamiento suicida y sus allegados, el número ha recibido algo más de 300.000 llamadas hasta el 31 de agosto de este año. Según cálculos del ministerio, alrededor de 12.000 personas acuden a este servicio cada mes.
Del total, aproximadamente un 40% han sido realizadas por mujeres, frente a un 33,5% de los hombres, y el grupo de edad predominante ha sido el de personas comprendidas entre 50 y 59 años (25,1%). Las cifras cambian si se mira el servicio de chat en línea del 024, inaugurado en junio de 2023. En poco más de un año, ha tenido 10.665 contactos (unos 1.800 al mes) y predomina entre los jóvenes de 20 a 29 años. El riesgo de suicidio ha sido medio en un 40% de los contactos registrados por el 024 y tan solo un 5,2% tuvo que ser derivado al 112.
Pese a que no es su propósito inicial, otro teléfono atiende las llamadas de personas con conductas suicidas. Se trata del Instituto Nacional de Toxicología, que en el 915620420 se encarga de casos de intoxicación, accidentales o deliveradas. Según ha revelado el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, este teléfono ha recibido 5.326 consultas en el último año, frente a los casi 7.000 casos del año 2022. Destaca el número de niñas y adolescentes, de entre 12 y 15 años, que han acudido a esta herramienta: un total de 735, frente a los 140 varones del mismo grupo de edad.
Del total de llamadas, el 85% fueron por ingestas medicamentosas, principalmente aquellos con acción en el sistema nervioso, como psicofármacos y ansiolíticos. También aparecen en la mitad de las autopsias realizadas a personas fallecidas por estas causas. A espera de estudios más profundos, esto podría deberse a “la facilidad y el acceso que tenemos en la sociedad a este tipo de compuestos”. España es el país del mundo en el que más ansiolíticos se consumen.
Once personas al día se suicidan en España
Las cifras de muertes auto infligidas siguen siendo “absolutamente terribles y escalofriantes” para la ministra, Mónica García: tan solo en 2023, 3.952 personas fallecieron por esta causa. Se trata, no obstante, de un descenso en los datos por primera vez en cinco años, que desde las instituciones se lee con cautela y esperan “que sea el inicio de una tendencia”, ha dicho Olmedo. “Cada una de las 11 muertes diarias en España representan una tragedia, un drama que nos exige una reflexión como sociedad sobre las cotas de sufrimiento, de desesperanza, que son cada vez más altas y frecuentes”, ha expresado García.
Belén González ha considerado necesario “dar un paso más allá” en el abordaje del suicidio con el plan de prevención, que esperan que esté listo para 2025. Con financiación independiente aún por determinar, abordará la conducta suicida desde los determinantes sociales para comprender sus causas y diseñar medidas efectivas. Incluirá mejoras en el programa de atención telefónica al riesgo suicida (línea 024) y creará paneles de expertos, incluyendo uno específico sobre comportamientos suicidas en jóvenes y adolescentes. El desarrollo de los sistemas de información, con un grupo de trabajo de datos de suicidio ya en marcha; así como la sensibilización y lucha contra el estigma y el tabú serán dos de los primeros pasos. En ese sentido, se desarrollarán campañas de sensibilización y difusión del 024, así como una guía para medios de comunicación sobre cómo informar del suicidio.
El plan se centrará especialmente en la prevención en situaciones vulnerables, como en menores de edad y personas mayores. De hecho, es en la población mayor de 80 años donde se encuentran las mayores tasas de suicidio, hasta los 93,4% en los mayores de 95 años. Así, se abordarán iniciativas para luchar contra la soledad no deseada y la promoción de las infraestructuras comunitarias y sociales.
La estrategia nacional prestará especial atención también a la comunidad LGTBI, donde las personas trans tienen una tasa de hasta 3,5 veces más alta que el resto de la población; y a las personas que sufren desigualdades económicas y sociales. Igualmente, se ha hecho hincapié en el enfoque de género: los hombres presentan una tasa de suicidio de 13,3 fallecimientos por cada 100.000 habitantes, frente al 4,5 de mujeres, mientras que son ellas las que más intentos autolíticos cometen.
La formación, el trabajo con las fuerzas y cuerpos de seguridad y la detección temprana, el abordaje de prevención en el sector sanitario y la integración de recursos dedicados a la prevención del suicidio de las comunidades autónomas y el ministerio son las últimas áreas a desarrollar por el plan.