Crecer sin soltar raíces, manteniendo la visión. Cuatro décadas ya han pasado desde que los hermanos Biscayart, Martín y Guillermo, con el apoyo de su padre, comenzaron, por “azar o casualidad”, con su apellido en lo alto, con un emprendimiento familiar de producción y comercialización de semillas, en Pergamino, provincia de Buenos Aires.
Fue en 1985, cuando los productores, que se dedicaban a ser multiplicadores de cebadilla criolla para la Semillera Gómez, se encontraron que esta empresa a quien le entregaban año a año lo producido, financieramente no pudo hacer frente a sus compromisos, por lo que, en compensación, le dio el equivalente a lo endeudado en insumos y semillas para que ellos mismos se cobren con su venta. Y así comenzaron.
La primera semilla producida y comercializada fue obviamente su cebadilla criolla, que tanto la conocían. Luego, incorporaron leguminosas tales como trébol blanco, lotus y alfalfas junto con otras especies templadas como festucas, pasto ovillo, raigrás anual y perenne.
Nueve años después, en 1994, dio un gran salto con sus primeras exportaciones de semillas forrajeras al mundo, siendo el agropiro de Biscayart Semillas el que se empezó a comercializar en Uruguay. Luego, la empresa se consolidó como exportador de raigrás anual, festuca, trébol blanco, sorgos, avenas, cebadilla, lotus. Y, además de Uruguay, en Sudamérica pasaron a vender a Brasil y Chile. Sumaron la Unión Europea (UE), China, Sudáfrica, Marruecos y Estados Unidos.
Con 15 años de trayectoria, no se quedaron solo en eso y fueron por más. Incursionaron en otros cultivos como maíces híbridos de pastoreo, y sorgos graníferos, sileros y forrajeros. Además, en ese tiempo, fueron avanzando en una integración de todos los procesos, participando en la investigación y desarrollo de nueva genética, producción a campo, procesamiento en plantas propias así como de terceros. Poco a poco, la segunda generación fue entrando en el terreno de la empresa familiar y ganando protagonismo.
Continuando como una empresa totalmente de capitales nacionales, el año pasado el semillero abrió su filial en Brasil y su próximo desafío es llevar la empresa a Paraguay para seguir desarrollando la marca. En este sentido, para Tomás Biscayart, hijo de Guillermo y actual presidente de la compañía, el eje está en afianzar sus desarrollos en el país, solidificar la filial de Brasil para seguir comercializando en ese mercado y el próximo paso será “entrar en Paraguay”.
Producción semillera
Juan Agustín Biscayart, hijo de Martín y vicepresidente de la empresa familiar, habló de las perspectivas de la empresa y del sector agropecuario a futuro. “Estamos innovando constantemente y tenemos programas de breeding propio de las especies que comercializamos y vinculaciones con el INTA y Conicet, donde estamos trabajando en productos biológicos específicos para especies forrajeras. Creemos que el mundo de los biológicos es interesante y que muchas veces en lo que es forrajera somos el último eslabón donde se terminan de hacer grandes innovaciones. Pero estamos convencido que ese es el camino para lograr mejores coeficientes en los sistema pastoriles”, detalló a LA NACION.
En cuanto a la coyuntura, agregó: “Los precios están acompañando, el clima político acompaña y hay que a recuperar esa área perdida por condiciones climáticas adversas. Esta combinación interesante hará que sea una buena campaña de forrajera y que el sector continúe su dinámica de crecimiento y pueda despegar de una vez por todas”.
En la actualidad, el grupo familiar cuenta con una fuerte pata en producción con alrededor de 10.000 hectáreas agrícolas, 95% arrendadas, al sur de Santa Fe, norte de la provincia de Buenos Aires, Saladillo y Tandil. La comercialización se hace a través de más de 100 distribuidores en las diferentes regiones. En Pergamino, sobre ruta 32, en cuatro hectáreas, están sus oficinas. Allí, además poseen una capacidad de almacenaje en silos y celdas a granel de 6500 toneladas con aireación, mientras que el área de clasificación, depósito y embolsado es de 6400 m2 cubiertos.
En ese rumbo, apostaron a proyectos diferentes como la producción de monte de pinos Eliotti en Torrent, Corrientes, y de nueces Chandler en Tunuyán. con planta propia de acondicionamiento, secado, tamañado y embolse.
Y, como la reinversión constante sigue siendo su bastión principal para poder crecer y desarrollarse en el mercado nacional e internacional, este mes inaugurarán una planta propia de pelleteo. El objetivo es garantizar la trazabilidad de todo el proceso de la semilla.
Para el presidente de Biscayart Semillas, la importancia está en continuar con la misma convicción el “legado desafiante” que le dejaron sus padres que hoy ya no están. “Es subirse a los hombros de lo que han sembrado y generado nuestros padres. Somos una gran familia que trabaja con el corazón, eso nos identifica. La ventaja que tenemos como generaciones nuevas es que a cada lugar que vamos siempre nos abren la puerta y eso habla de manera brillante de cómo se han comportado los viejos en el pasado. Eso nos da un gran orgullo y sobre todo un gran compromiso para seguir empujando, creando, creyendo e innovando hacia adelante”, finalizó.
Aniversario
El próximo martes 18, con motivo de los 40 años de vida, Biscayart Semillas realizará una celebración junto a representantes, clientes y amigos. En una jornada que comenzará a las 9 en Gaia Parque Belgrano, en Pergamino, y que contará con la presencia de expertos que disertarán sobre temas del sector, la empresa festejará los logros obtenidos a lo largo de su vida y compartirá los proyectos que se vienen.