Un grupo de estudiantes de secundaria de Nuevo México que viajaba a Albuquerque para una competencia de natación fue inspeccionado por agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en un puesto de control ubicado en la carretera interestatal 25.
Así fue el control migratorio a estudiantes en la carretera interestatal 25
Los estudiantes, pertenecientes a la escuela secundaria de Las Cruces, se desplazaban en un autobús alquilado que no contaba con distintivos que lo identificaran como transporte escolar. Según la información retomada por KTSM, agentes de la Patrulla Fronteriza abordaron el vehículo el viernes 21 de febrero para realizar una inspección de inmigración de rutina.
De acuerdo a un comunicado emitido por la CBP y obtenido por el medio local, la acción formó parte de un procedimiento estándar de verificación migratoria en vehículos sin identificación escolar. “El objetivo principal de los oficiales era verificar el estatus migratorio de los pasajeros. Tras completar el proceso de revisión, se confirmó que todas las personas a bordo estaban legalmente presentes en EE.UU. y los agentes se retiraron sin incidentes”, indicó un portavoz.
Sin embargo, la inspección generó diversas reacciones en la comunidad educativa. Organizaciones como la Federación Estadounidense de Maestros de Nuevo México, la Asociación Nacional de Educación de Nuevo México y el Consejo de Empleados Escolares Clasificados de Las Cruces expresaron su preocupación por la situación.
En un comunicado conjunto, los representantes de estas organizaciones manifestaron que “los estudiantes no deben ser objeto de inspecciones migratorias mientras participan en actividades escolares”. Destacaron que tales acciones pueden afectar el bienestar de los alumnos y generar temor en la comunidad educativa.
La repercusión tras la inspección de CBP a un autobús con estudiantes
El representante federal Gabe Vásquez, demócrata por Nuevo México, solicitó explicaciones al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), tras recibir informes de que los estudiantes fueron interrogados sobre su estatus migratorio.
“Ningún estudiante debería enfrentar temor por parte de las fuerzas del orden mientras viaja a un evento escolar”, declaró Vásquez en un comunicado. Agregó que su oficina recibió informes de situaciones similares en la región y que exigirá mayor transparencia en las operaciones migratorias que involucren menores de edad.
Según los informes recopilados por la oficina del demócrata, la situación se agravó cuando los agentes interrogaron al conductor del autobús, quien no hablaba inglés. Los testimonios indican que, en lugar de resolver la situación con los entrenadores a bordo, los oficiales optaron por subir al autobús y solicitar documentación directamente a los alumnos.
“Nuestros niños no deberían tener miedo de las fuerzas del orden cuando van a un partido. Exijo respuestas del DHS para garantizar que los habitantes de Nuevo México no sean objeto de discriminación racial“, agregó Vásquez en una publicación en X.
La postura de la Patrulla Fronteriza luego del control
En respuesta a las críticas, CBP afirmó que las inspecciones en los puestos de control del sector de El Paso son una parte esencial de la estrategia de seguridad fronteriza.
“Estas inspecciones desempeñan un papel vital en la protección de las fronteras de EE.UU. Son fundamentales para disuadir la inmigración ilegal y garantizar que quienes viajan fuera de la frontera cumplan con las leyes migratorias”, indicó un portavoz de la agencia en declaraciones a Newsweek.
Adicionalmente, la agencia explicó que los agentes inspeccionan rutinariamente autobuses comerciales y vehículos de transporte privado en busca de posibles infracciones migratorias.
Este incidente se suma a un debate más amplio sobre la aplicación de leyes migratorias en EE.UU. y su impacto en comunidades fronterizas. Mientras que algunos argumentan que estas inspecciones son necesarias para la seguridad nacional, otros sostienen que pueden generar un clima de intimidación en la población estudiantil.