
Las festividades en Cajamarca han comenzado y la ciudad se transforma en un escenario vibrante donde la tradición y la alegría se fusionan. Desde los primeros días de celebración, las calles se llenan de comparsas, bandas musicales y asistentes que esperan con entusiasmo el desfile principal.
La fiesta, que es una de las más emblemáticas del Perú, atrae tanto a locales como a turistas que llegan para vivir la energía de este evento. El colorido de los disfraces, la gastronomía típica y la presencia del icónico Ño Carnavalón marcan el inicio de una de las festividades más esperadas del año.
Un recorrido festivo que une a la ciudad
El desfile principal, que se extiende por cinco kilómetros, es uno de los momentos más esperados del carnaval. Las agrupaciones de los doce distritos de Cajamarca compiten con sus presentaciones, mostrando coreografías llenas de energía y vestuarios que reflejan la identidad cultural de la región.
Durante el trayecto, se pueden escuchar las melodías de las bandas, que combinan ritmos andinos con arreglos contemporáneos. La participación de la comunidad es fundamental, ya que desde semanas antes, los barrios se organizan para preparar sus presentaciones y elaborar sus atuendos.
El Ño Carnavalón: símbolo de la fiesta
Una de las figuras centrales de la celebración es el Ño Carnavalón, personaje icónico que representa el espíritu del carnaval. Su llegada es recibida con algarabía y es considerado el anfitrión de la festividad. Vestido con colores vibrantes y acompañado por una comitiva festiva, recorre las calles sobre un vehículo adornado, saludando a los asistentes.
Durante la celebración, se organizan banquetes en su honor, donde no pueden faltar platos tradicionales como el cuy crocante, los chicharrones y la chicha de jora, bebida que acompaña cada brindis en estas jornadas de alegría.