
En un operativo para combatir el microtráfico y la presencia de elementos prohibidos en las cárceles del país, las autoridades realizaron un hallazgo inesperado en la cárcel La Modelo de Bogotá.
Durante una inspección llevada a cabo el miércoles 15 de enero, se descubrió una tienda clandestina dentro de una celda, operada por uno de los reclusos. Este ‘establecimiento’ improvisado contaba con una amplia variedad de productos, desde alimentos hasta artículos de higiene personal, que no están permitidos en los centros penitenciarios.
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El operativo formó parte de una serie de inspecciones realizadas por el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) en al menos 124 cárceles del país.
Estas acciones tienen como objetivo principal frenar el microtráfico y eliminar objetos no autorizados dentro de los recintos carcelarios.
En el caso de La Modelo, el hallazgo de la tienda clandestina sorprendió a las autoridades por la organización y la cantidad de productos disponibles.
Los videos muestran estantes repletos de productos dentro de la celda. Entre los artículos encontrados se incluyen pasabocas, gaseosas, papas fritas, dulces y otros productos que, según las normativas del Inpec, están prohibidos en las cárceles. Además, se identificaron artículos de higiene personal que tampoco deberían estar disponibles para su comercialización dentro del penal.
El director del Inpec, el coronel Daniel Gutiérrez, explicó a La W que estos productos forman parte de las restricciones impuestas en los centros penitenciarios.
“Ese tipo de elementos, como galletas, papas fritas, entre otros, no están permitidos. Hacen parte de las prohibiciones y no los pueden vender”, afirmó Gutiérrez, subrayando la gravedad de la situación.
El recluso responsable de la tienda, cuya identidad no ha sido revelada, habría aprovechado las debilidades en el sistema de seguridad y posibles complicidades internas para establecer y operar este negocio ilícito.
Según consignó Pulzo, la venta de estos productos a otros internos representa una violación directa a las normas penitenciarias, lo que pone en evidencia las fallas en los controles internos de las cárceles.