Fernando Lúpiz contó qué pasó con su madre cuando El Zorro se instaló en su casa

El mismo día que El Zorro volvió a sorprender en rating con picos de 7,2 en el mediodía de Canal Trece, Fernando Lúpiz visitó a Jey Mammón y recordó distintas anécdotas con su protagonista, Guy Williams. Lúpiz  protagonizó 750 shows con Williams. Según contó en una sola temporada llegaron a convocar 246 mil espectadores, una cifra que hasta el día de hoy no consiguió ningún otro espectáculo.

¿Es cierto que Guy se instaló en tu casa y no se quedó un mes sino siete y tuviste que mandar a tu mamá a vivir a Uruguay?”, arrancó preguntando el conductor. Lúpiz admitió que fue así pero aclaró que su mamá fue a visitar a la familia “porque son todos uruguayos”. Entre risas aseguró que tanto él, como Guy y Araceli, su novia: “La echamos pero ella se fue contenta porque era un mes pero se quedaron siete. Pero nos devolvieron la casa muy bien”.

Lúpiz contó que comunicarse no era muy sencillo ya que él hablaba “un inglés escolar, de viaje”. Según contó así se comunicaron del año 1973 cuando vino hasta el 78 “porque ahí me di cuenta que hablaba italiano y como yo algo lo hablo empezamos a entendernos mejor”.

Lúpiz descubrió que Williams se comunicaba en ese idioma “el día que vino Araceli, su pareja, a saludarme. Ella me abrazó y por el hombro lo miraba a él. Ahí se flecharon, los dejé solitos y cuando vuelvo se hablaban en italiano”. Guy le explicó que su familia era del sur de Italia desde ahí empezaron a hablar en Italiano hasta que después aprendió español.

Desde chico, Lúpiz demostró habilidades para la esgrima y llegó a ser campeón argentino y sudamericano de esgrima. Domina el sable, el florete y la espada y con 71 años todavía sigue compitiendo. Su conocimiento de la esgrima hizo que los combates que realizaba con Williams -que a los siete años aprendió esgrima con su padre- fueran un gran entretenimiento para los chicos pero también con momentos muy vehementes. Varias veces Lúpiz terminó lastimado.

Una vez me cortó la nariz, empezó a salir sangre y en medio de la rutina el gritaba ‘sangre, sangre’ en inglés. Yo tenía la cara hinchada, sangraba pero no era grave y era un placer pelear así”, firmó. Reconoció que varias veces terminó lastimado pero “yo solo una vez sin querer le pinché la panza y le rompí la camisa. Pero él estaba feliz porque siempre era él que me pegaba a mí.”

Guy fue el que le enseñó la llamada esgrima escénica, le dio los secretos para que sea algo vistoso y nadie salga lastimado. La dupla funcionaba también que casi llegaron a filmar una película: “Se escribió la película y se había conseguido en el Instituto del Cine 750 mil dólares para filmarla, pero Guy decía ‘no está película va a costar cuatro millones’. Estaba acostumbrado a las cifras que se manejaban en los Estados Unidos y al final no se hizo”.

Jey le preguntó si era cierto que se había buscado a Palito Ortega como inversionista y si el artista pensó en Carlitos Balá para el rol de Bernardo, el asistente mudo y llamar a Alfredo Alcón para el papel de Lúpiz. Según el actor lo de Balá era cierto pero lo de Alcón, no. Contó que Williams estaba muy enganchado con él como partenaire y medio hijo: “’El tiene un hijo de mi edad y además yo hacía un camino similar al de él”.

De los recuerdos del Zorro pasó a un momento doloroso: la muerte de su  compañero César Pierry. Del Trece habían pasado a Telefe para protagonizar “Mi socio imposible”. “En el cuarto capítulo teníamos que filmar con una bomba de humo. Como yo hacía de un experto en efectos especiales había una mesa donde yo estaba preparando las cosas y él preguntaba ‘y esto qué es’, sacaba la espoleta, se llenaba de humo y remataba con un ‘ya sé es una bomba de humo’”, comenzó su relato.

Pero cuando fue el momento de sacar la espoleta “la mecha se metió adentro, implosionó. Lo tiró a él, nos tiró a todos.  Lastimaduras por todos lados y él con la mano destrozada lo primero que dijo fue ‘me cagaron la carrera’”, narró. Al ver cómo estaban intentaron auxiliarlo, lo subieron a un remís y para que no se desangrara Lúpiz le hizo un torniquete con su cinturón, así llegaron al Hospital Británico.

Fue terrible, fue dantesco. Tuvo cuatro operaciones pero en la última  no resistió”, cerró. Jey le preguntó si había indicios de negligencia o mala praxis. Lúpiz asegura que investigó que había pasado “me fui a la morgue, pedí informes.  Las tres primeras operaciones la letra estaba así nomás y la última era colegial. Ahí fraguaron”, deslizó. Contó que aunque hubo un  juicio a la familia le dieron solo 200 mil dólares: “Para la vida de un ser humano. Y no hubo nadie condenado. Es una cosa inexplicable y muy dolorosa”.