El Gobierno quiere que las exportaciones energéticas sean uno de los motores de generación de divisas. Y tiene especial interés en el despacho externo de GNL. Por eso, evalúa dar un gesto de respaldo rotundo al proyecto que más avanzó en ese sentido.
YPF, la empresa de mayoría accionaria estatal, avisó que se iba “a unir” a una inversión que realizará Pan American Energy (PAE). Esta decisión está camino a formalizarse con una decisión de una asociación que podría anunciarse muy pronto. “Faltan detalles, pero la idea es que se sumen”, confió un ejecutivo del sector al tanto del avanzado diálogo.
La petrolera de la familia Bulgheroni anunció que invertirá u$s 2.900 millones -junto con Golar- para la instalación de un buque de licuefacción de GNL en Río Negro. A los pocos días, informó que la nacional Pampa también se sumará como accionista. Luego, se incorporó la británica Harbour Energy.
YPF también será accionista, en una muestra que el Gobierno quiere que el buque instalado en Río Negro -para despachar GNL al mundo- coseche la adhesión de todo el sector, y en especial de la principal empresa del país.
Southern Energy -el consorcio que lleva este proyecto- presentó la solicitud para adherir al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Sería para traer el primer barco para exportar, desde Río Negro.
En los primeros 10 meses de 2024, Argentina tuvo un superávit de balanza comercial energética de u$s 4.302 millones. En ese mismo período del año pasado, la balanza había dado un rojo de u$s 737 millones. “Con un saldo favorable proyectado de u$s 5.404 millones, por primera vez en casi dos décadas la balanza comercial del sector exhibirá un superávit superior a los u$s 5.000 millones”, destaca un trabajo del consultor Nicolás Arceo.
Las exportaciones energéticas ya superaron los uS$ 8.000 millones, mientras que las importaciones están por debajo de los u$s 3.700 millones hasta noviembre.medida por la ampliación
“El cambio de signo de la balanza comercial energética marca un punto de inflexión para el sector en Argentina y un cambio estructural para la economía del país en términos de aliviar la restricción externa. En los
próximos años, el factor determinante de la expansión de las exportaciones hidrocarburíferas será la exportación de petróleo”, según Arceo.
“De todas formas, la instalación de terminales licuefactoras de GNL de gran escala en el primer quinquenio de la próxima década seguramente permitirá un aumento significativo de las exportaciones de gas natural, mejorando aún más el saldo comercial del sector” agrega.
El superávit energético se proyecta en u$s 7.500 millones para el año próximo. Si Vaca Muerta sigue creciendo a este ritmo, con ampliaciones de oleoductos, gasoductos, puertos de exportación y barcos, el superávit podría tocar los u$s 18.000 millones en 2030.