Hay acuerdo con los gremios: salarios y convenios colectivos en la pulseada

La negociación de Aerolíneas Argentinas con tres de los gremios aeronáuticos llegó a un acuerdo en la madrugada luego de una segunda jornada que se extendió durante toda la tarde y la noche del martes. Si bien los detalles están aún por comunicarse, desde el Gobierno insistieron con avanzar en una serie de cambios profundos sobre los convenios colectivos más allá de la pulseada salarial que ya habían cerrado otros dos sindicatos del sector. 

El acuerdo con los representantes de la Asociación de Personal Aeronáutico (APA), Aeronavegantes (AAA) y la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) se firmó a las 4 de la mañana del miércoles, según confirmaron fuentes de la negociación a El Cronista. De momento, tanto Aerolíneas Argentinas como los gremios mantienen silencio de manera oficial. El vocero Manuel Adorni se ocuparía de dar mayores precisiones en su conferencia diaria.

Ayer por la noche, Aeronavegantes y el gremio de los pilotos de APLA se acercaban a un entendimiento mientras que los dirigentes de APA, donde asoman otras cuestiones como la privatización de Intercargo y los 15 despidos de la última semana, aún estaban en una instancia menos madura. El objetivo que se planteaban era nivelarse para encarar el tramo final de las negociaciones en simultáneo, aún está por verse si todos juntos o, muy posiblemente, en oficinas separadas pero al mismo tiempo, para luego pulir los aspectos técnicos.

Si bien los detalles de la negociación se mantienen en reserva, circulan desde ayer una serie de informaciones no oficiales sobre diversos puntos que la gestión de Javier Milei busca modificar de los convenios colectivos que rigen el sector. Ni desde la empresa ni desde los gremios confirmaban ayer que sean, en efecto, los que están en debate si bien algunos coinciden con los puntos que ya se habían puesto en discusión en los intercambios previos. 

“Ante versiones maliciosas de algunos sectores de la prensa que buscan desvirtuar la realidad de las negociaciones en curso informamos que, tras la extensa reunión del día de ayer, en a que no hubo acuerdo, las conversaciones entre nuestro sindicato y las autoridades se retomarán hoy a partir de las 16 horas”, consignaron desde el gremio de Aeronavegantes.

En APLA también remarcaron que los intercambios con la empresa tienen lugar en el marco de “la reapertura de la mesa de diálogo vinculada al conflicto de recomposición salarial”.  Se trata, en definitiva, de temas sensibles con las negociaciones en curso y fuentes consultadas por El Cronista apuntaban a un intento de embarrar la cancha.

 Ambos gremios participaron a la mañana del recambio de autoridades en la CATT, tras la salida de la conducción de la plataforma de gremios del transporte del ferroviario Sergio Sassia y su reemplazo por el portuario Juan Carlos Schmid.  No se esperaba ningún tipo de pronunciamiento sobre el conflicto puntual de Aerolíneas Argentinas que atraviesa una negociación delicada en medio del intento de privatización del Gobierno y la amenaza de cierre.

En rigor, tanto la empresa como el Gobierno se posicionan, desde lo conceptual, frente a una pulseada con los gremios aeronáuticos que excede por mucho lo meramente salarial. En concreto, identifican a sus representantes como parte de la “casta” sindical, una etiqueta que aplica en este caso más a la conducta que a la permanencia en los cargos, separando entre los dirigentes con los que pueden negociar y aquellos que se muestran más confrontativos.

No es secreto que, como ocurrió con otros actores, la apuesta de la Casa Rosada es a dividir para perseverar, de ahí la intransigencia discursiva en público y las amenazas de avanzar con el cierre de la empresa si no se privatiza como pretenden. Fuera de micrófono, fuentes oficiales niegan que el plan sea hoy avanzar en un procedimiento preventivo de crisis que implicaría una escalada poco atractiva para cualquier inversor.

Por su parte, los dirigentes de APA, APLA y AAA buscan centrar en todo momento el ida y vuelta en las paritarias torno al reclamo de un incremento para los salarios del 35% -acusan un retraso del 86% desde diciembre pasado- para correr el eje de las reformas a los convenios colectivos.  La versión que circula es que Aerolíneas buscaría replicar el acuerdo que firmó con los otros dos gremios aeronáuticos en septiembre y los negociadores piden actualizarlo acorde a la inflación.

Al momento, los dos gremios que cerraron acuerdos, UPSA y APTA, fueron por el 14% acumulado en dos tramos, muy por debajo de la pérdida del poder adquisitivo que denuncian los gremios. Sumando algunas variables, en el gremio que conduce Ricardo Cirielli afirman que suman dos puntos más.

Los técnicos aeronáuticos, de hecho, ya avanzan en la negociación del último trimestre del año. Sobre la posibilidad que una baja en los puntos del convenio de APLA, AAA y APTA impacte en su propia mesa de negociación, sus dirigentes aseveraron a El Cronista que no lo ven posible porque ya se intentó en el pasado sin éxito.  El éxito o no de un Gobierno empoderado determinará si aciertan o no con su pronóstico. 

Qué puntos de los Convenios Colectivos de aeronáuticos estaban en debate

Lo que los gremios definen como “derechos conquistados”, para Aerolíneas son privilegios que consumen recursos o le impiden a la empresa generarlos. En este sentido, tres de los temas que se pusieron sobre la mesa tiene relación con las plazas para los vuelos, las postas de hotel y los remises que trasladan a las tripulaciones de sus alojamientos al aeropuerto. 

Según trascendidos, uno de los reclamos al personal de aire era para que resignen sus pasajes y las plazas de descanso a disposición en clase Ejecutiva, con lo que Aerolíneas Argentinas aspiraría a recuperar capacidad de venta, presuponiendo que los vuelos viajen siempre completos. Una posibilidad era negociar esas plazas en una clase de menor rango, en aquellas aeronaves que no disponen de un espacio de descanso en la bodega. 

“En todos aquellos vuelos integrados por tripulaciones de tres o más pilotos se reservará un asiento de descanso por cada piloto de refuerzo en clase ejecutiva/business o equivalente”, reza el artículo 35 del convenio de APLA. Y en el 42 se fija que “en caso de comisiones de servicio, aquellos pilotos que revistan la jerarquía de Comandante, tendrán acceso a upgrade sujeto a espacio a clase ejecutiva” mientras que “los primeros oficiales, el derecho se hará efectivo cumplidos dos años de antigüedad en la Empresa, de conformidad con las políticas corporativas vigentes a la fecha”.

También pretenden que la hora de trabajo se contabilice desde el arribo al aeropuerto del remís que los transporta acorde a lo establecido en los convenios y en el caso de los aeronavegantes mutar de los horarios de descanso por empresa que regulaba hasta hora estos períodos por horas regulatorias. En paralelo, permitir la asignación de las tripulaciones a vuelos de cabotaje o internacionales y sin distinción de avión, constituyendo un pool único de servicio. Y que las noches de estadía en un destino se reduzcan: por caso, de tres a una cuando se trata de la ruta a Madrid, por citar un caso.

Otro punto sobre el que ponía particular énfasis la empresa, según advirtieron en la previa los gremios, eran los beneficios por cumpleaños. Acorde al convenio colectivo vigente, los pilotos cuentan con un descanso obligatorio de diez días al mes, dos de los cuales incluyen 48 horas en la fecha de cumpleaños -el mes que corresponda- y la jornada posterior. Este es otro derecho en discusión para que no sea más un día libre obligatorio.

A la vez, buscan impactar la actividad con nuevos permisos al sector privado en el marco de la desregulación del servicio que impulsan desde las primeras decisiones de Federico Sturzenegger en septiembre. Por caso, en lo que refiere a los Aeronavegantes, aceptar la venta a bordo de productos, o en el caso de APA, los servicios de auto check in y self bag drop en las terminales aeroportuarias. 

Este mecanismo implica que cada pasajero se autogestiona el despacho de su equipaje a bodega, realizando primero el check-in para imprimir la etiqueta que se adhiere a la valija y luego concurre a otro punto donde se pesa el equipaje y se escanea la etiqueta si todo está en conformidad con los requerimientos de la empresa para ese vuelo. Caso contrario, se completa el procedimiento de forma tradicional.

Un cambio importante que el Gobierno ya había implementado en septiembre fue la liberación de los slots. En una entrevista esta semana, Sturzenegger anunció que no solo se reasignarían acorde a criterios internacionales sino que además fomentarían que haya una negociación entre las propias empresas en base a su demanda para maximizar su uso. 

Según trascendió, otro de los puntos en debate con el gremio de APA, según fuentes del sector, se dirigía a mover personal entre hangares y esto incluiría el personal designado a la conducción de los vehículos de pista, en línea con multiplicar la funcionalidad de esos espacios y sus servicios.