‘Incels’, ‘manosfera’, corazones de colores y emojis de píldoras rojas: el código de las nuevas generaciones que muestra la serie ‘Adolescencia’ y que los adultos no saben interpretar

“Cuatro capítulos, cuatro planos secuencia. Adolescencia es la serie de la que no te vas a olvidar”. Esas líneas promocionales de Netflix han sido suficientes para que su nueva apuesta se haya convertido en un tiempo récord en todo un fenómeno social digno de estudio.

La serie creada por Jack Thorne y el también intérprete Stephen Graham, dirigida con todo el virtuosismo del que es capaz Philip Barantini (también responsable de Hierve), se centra en el asesinato de una menor a manos de un compañero de colegio. Así, a lo largo de esos cuatro episodios, la cámara se aproximará a un entorno determinado y a una serie de personajes para contar diferentes partes de un mismo proceso que nos llevará desde el dispositivo de detención a las secuelas de una familia normal de clase trabajadora que se enfrenta a la desgracia y que se culpa por no haber sabido percibir que su hijo de 13 años era capaz de matar a sangre fría a otra persona.

Precisamente, esta era una de las cuestiones que querían poner de manifiesto los creadores, que el chico que cometiera el asesinato no perteneciera a una familia ‘desestructurada’, ni lastrada por problemas como violencia, drogas o alcohol, sino que se tratara de un entorno normal, sano, con padres que se quieren y que pensaban que su hijo se encontraba a salvo porque estaba en casa en su habitación (aunque no supieran lo que hacía a través del ordenador).

¿Qué se esconde en la cabeza de un niño de 13 años que ha matado a una compañera? Es una de las preguntas sin respuesta que plantea 'Adolescencia'(Netflix)

Por esa razón, Adolescencia ha puesto sobre la mesa un buen puñado de temas de máxima actualidad que tienen que ver con la educación o el acceso de los menores a las redes sociales y cómo a través de ellas también se puede intimidar o ejercer el bullying sin que los adultos ni siquiera se den cuenta.

En el segundo capítulo se habla precisamente de esta cuestión cuando el hijo del detective Luke Bacombe, que encarna Ashley Walters, le comenta que no están enfocando bien la investigación, ya que la policía piensa que la fallecida y el agresor eran amigos porque se mandaban mensajes por Instagram.

Sin embargo, esos mensajes no decían precisamente lo que parecía a simple vista (sino lo contrario), ya que las nuevas generaciones están creando un lenguaje codificado diferente a través de los emoticonos. ¿Qué significa una pastilla roja y un símbolo de dinamita? “La pastilla roja dice: veo la verdad, una llamada a la acción por la manosfera”, dice el muchacho, ante lo que su progenitor se queda atónico, porque no entiende absolutamente nada.

¿Qué es la ‘manosfera’?

Pues es un conjunto de webs, blogs y foros que promueven la masculinidad tóxica, la misoginia y la hostilidad hacia todo lo que tiene que ver con el feminismo, ya que aquí de lo que se trata es de reivindicar los derechos de los hombres. O lo que es lo mismo, el movimiento ‘incel’ (célibes involuntarios), una subcultura a través de la que se organiza un acoso sistemático hacia las mujeres internautas.

En 'Matrix' Keanu Reeves tenía que elegir entre una pastilla azul y una roja para ver o no la realidad. Un concepto que ha utilizado la comunidad 'incel' para definir sus intereses

Precisamente dentro de la ‘manosfera’ apareció la metáfora de la ‘píldora roja’ (tomada de la película Matrix, en la que tomar esa pastilla simbolizaba ver el mundo como realmente era). En este caso, se referiría a estar de acuerdo con las creencias de la comunidad ‘incel’ y en el caso de la píldora negra, se trataría de adoptar la creencia de que las mujeres hacen daño de forma indiscriminada a los hombres y, por esa razón, no tienen posibilidades de alcanzar ningún tipo de logro romántico, por lo que las odiarán sin remedio.

Todos estos conceptos resultan difíciles de descifrar para el ciudadano común, ya que implica una serie de significados ocultos que pertenecen a ‘subculturas’ muy determinadas pero que, sin embargo, empiezan a expandirse por las nuevas generaciones de una manera alarmante.

¿Qué significa el color de cada uno de los corazones que mandamos como emojis?

“Cuesta que un par de símbolos puedan decir tantísimas cosas”, continúa Bascombe. Pero, aún hay más. Cuando mandamos el emoji de un corazón… ¿sabemos de verdad lo que quiere decir cada color? Para los adolescentes, el rojo significaría amor; el morado (que el feminismo utiliza como forma de ‘sororidad’) para ellos sería ‘estar cachondo’; el amarillo, “me interesas y yo a ti”; el rosa, “me interesas, pero no con sexo”, el naranja, “todo irá bien”… y así sucesivamente.

Es por esa razón que Adolescencia se puede disfrutar como un thriller policíaco para aquellos que sean amantes de las apuestas diferentes, pero en ella también se incluyen reflexiones sobre las nuevas generaciones de carácter sociológico que nos acercan a la nueva forma de comunicarse que tienen los adolescentes y que cada vez se aleja más de la de los adultos, por lo que la brecha no para de acentuarse hasta casi el abismo.