La protesta contra el veto presidencial que dejó sin efecto los aumentos a las jubilaciones terminó con choques entre los manifestantes y las fuerzas federales que se encargaron del operativo en las inmediaciones del Congreso de la Nación. Según informó el Ministerio de Seguridad hubo dos detenidos y unos treinta heridos. De los uniformados, nueve sufrieron quemaduras por agua caliente, otros resultaron afectados por el gas pimienta y a uno de ellos le robaron su cámara corporal, según enumeró la cartera que conduce Patricia Bullrich.
Del operativo participaron 795 efectivos de Prefectura Naval, Policía Federal y Gendarmería, que se enfrentaron con militantes de organizaciones sociales y de izquierda. El operativo, según informó el Gobierno, no contó con presencia de policías de la Ciudad.
De acuerdo al recorrido, los manifestantes cortaron la totalidad de la calle Combate de los Pozos y continuaron por Entre Ríos hasta llegar a la puerta del Congreso de la Nación, donde se encontraba un cordón policial. Los efectivos utilizaron gas pimienta para expulsar a los manifestantes y liberar las calles.
En la información ministerial se destacó que no hubo presencia de la Policía de la Ciudad ni de personal de Tránsito porteño. Para evitar suspicacias con el gobierno de Jorge Macri, indicaron que la decisión tuvo que ver con que el objetivo a custodiar era el Congreso, de competencia federal. También señalaron que hubo unos 5000 manifestantes, de los cuales 3000 se ubicaron en la plaza y 2000 en la calle.
Bullrich, por su parte, supervisó el despliegue del protocolo antipiquetes desde el Centro de Monitoreo ubicado en la sede del ministerio, acompañada por la secretaria de Seguridad, Alejandra Monteoliva.
En la Casa Rosada, el operativo y los incidentes se siguieron sin mayores sobresaltos. De hecho parte de las voces consultadas por LA NACION mantenían una postura similar a la que habían mostrado meses atrás, cuando en el Congreso se debatía la Ley de Bases. “Nosotros no somos el macrismo, a nosotros no nos van a correr con las toneladas de piedra”, afirmó un funcionario, en referencia a lo sucedido en diciembre de 2017, cuando se interrumpió el debate parlamentario, también por temas jubilatorios, por lo que sucedía puertas afuera del Congreso. Con todo, la exposición de Francos en Diputados también se suspendió cuando los diputados del kirchnerismo denunciaron la represión policial y abandonaron el recinto.
El veto a la ley de movilidad jubilatoria, anunciado por Javier Milei cuando aún se debatía el proyecto, fue oficializado este lunes, con el argumento de que el aumento afectaba el equilibrio fiscal. El viernes por la noche, el Presidente les confirmó la decisión a legisladores de su espacio y de Pro, a los que recibió en la Casa Rosada.