Una noche festiva, de esas que permiten construir el contexto ideal para celebrar la vida, para reunirse con los seres amados y honrar una fecha muy especial. Jamie Foxx se encontraba en un restaurante lujoso de Beverly Hills, la zona más opulenta de Los Ángeles, cuando se desató una tormenta.
Resulta que el actor disfrutaba de una cena en familia por su cumpleaños número cincuenta y siete, cuando inesperadamente se topó con una actitud repudiable y controversial de un grupo presente en el recinto gastronómico, quienes creyeron que disponían del derecho de criticarlo y mofarse de algunos sucesos de su privacidad.
A partir de la reconstrucción del hecho, a través de testigos y el reporte policial, Jammie se cansó de esos insultos y falta de respeto, por lo cual decidió acercarse a esa mesa a solicitarles que depusieran su actitud, principalmente para no incomodar más a sus hijos.
En ese instante, algo estalló en ese intercambio de palabras. Lo concreto es que Foxx sufrió heridas graves en su rostro, con un sangrado que no se detenía y por el cual llamaron de urgencia a una ambulancia, que lo trasladó a un hospital, donde lo sometieron a la sutura de varios puntos.
JAMMIE FOXX A LAS PIÑAS EN UN BAR EN BEVERLY HILLS
En cuanto a todo ese capítulo adverso, a esa situación horrible, se explayó el propio protagonista de decenas de éxitos de Hollywood. En primera instancia, el artista escribió en su cuenta de Instagram una frase algo encriptada: “El diablo está ocupado, pero yo estoy demasiado bendecido como para estresarme”.
Y debajo de esa imagen, Jammie profundizó su postura, su pensamiento al respecto y añadió: “El diablo es una mentira. No puede ganar aquí. Gracias a todos los que rezaron y se preocuparon por mí. Cuando tu luz es tan brillante, ellos tratan de oscurecerte, pero no saben que fuiste hecho para esto. Las luces siguen brillando”.