John Travolta reveló detalles de su baile con Lady Di en 1985 en la Casa Blanca: “Como en un cuento de hadas”

John Travolta compartió nuevos detalles sobre la noche que compartió con Lady Di en una entrevista reciente (The Grosby Group)

En 1985, la Casa Blanca fue escenario de un evento que pasaría a la historia como uno de los momentos más emblemáticos de la cultura pop: el baile entre John Travolta y la princesa Diana de Gales. Este episodio, lleno de elegancia y magia, se convirtió en un símbolo de la década de los ochenta. Recientemente, Travolta compartió nuevos detalles sobre aquella noche en una entrevista con Esquire, recordando lo que describió como “un momento especial y mágico”.

Contexto histórico del encuentro

El encuentro ocurrió durante la visita protocolar de la princesa Diana y el príncipe Carlos a Estados Unidos. El presidente Ronald Reagan y su esposa Nancy organizaron una recepción de gala en su honor en la Casa Blanca el 9 de noviembre de 1985. Diana ya era un ícono mundial, reconocida por su estilo y su actividad humanitaria, mientras que Travolta, aunque aún famoso por películas como Fiebre del sábado por la noche y Grease, se encontraba en un momento complicado de su carrera tras varios fracasos en taquilla.

En ese contexto, la recepción en la Casa Blanca se convirtió en una velada inolvidable. El evento contó con una lista de invitados de lujo, incluidos figuras como Clint Eastwood y la estrella de ópera, Plácido Domingo. Sin embargo, lo que nadie esperaba era que una de las escenas más memorables de la historia de la cultura popular estuviera a punto de ocurrir.

Preparativos y expectativas previas

Según Linda Faulkner, secretaria de ceremonias del presidente Reagan, la idea de invitar a John Travolta surgió por una petición especial de la propia Diana. Cuando Nancy Reagan preguntó a los príncipes si deseaban que alguna celebridad asistiera a la gala, Diana no dudó en incluir a Travolta en su lista.

La princesa Diana, que entonces tenía 24 años y era madre de dos hijos pequeños, había crecido admirando las películas de Travolta. Para ella, bailar con el actor representaba un sueño adolescente hecho realidad. Por su parte, Travolta no tenía idea de lo que le esperaba aquella noche; simplemente se sintió honrado por haber sido invitado a un evento tan prestigioso en un momento en el que su carrera estaba en declive.

El baile inolvidable

El baile entre ambos, ocurrido el 9 de noviembre de 1985, es un momento que quedó grabado en la historia de Estados Unidos

Todo ocurrió pasada la medianoche, cuando la orquesta comenzó a tocar una selección de temas de Fiebre de sábado por la noche y Grease (películas en las que participó Travolta). Fue entonces cuando Nancy Reagan se acercó a Travolta y le hizo una inesperada solicitud: “La princesa siempre ha querido bailar con usted. ¿Le importaría invitarla a bailar?”

Con algo de nerviosismo, Travolta cruzó el salón, tocó suavemente el hombro de Diana y la invitó a bailar. Según relató en su reciente entrevista con Esquire, ella se dio la vuelta, le regaló una sonrisa deslumbrante y aceptó la invitación. “En ese momento, estábamos solos en la pista de baile, como en un cuento de hadas”, recordó el actor.

Los dos comenzaron a bailar mientras todos los ojos se fijaban en ellos. A pesar de estar rodeados de otras parejas, pronto se convirtieron en el centro de atención. Travolta describió a Diana como una mujer encantadora y juvenil, con una energía especial que lo transportó a los momentos en que ella habría visto sus películas siendo una adolescente.

“Sabía que debía estar a la altura de la situación y guiarla correctamente para que se sintiera segura y cómoda”, confesó. “Era medianoche en la Casa Blanca, y yo era su príncipe azul por una noche. Fue un sueño hecho realidad”.

Impacto y legado del evento

Uno de los elementos más recordados de esa noche fue el elegante vestido azul de terciopelo que Diana lució (REUTERS)

El baile entre John Travolta y la princesa Diana se convirtió en un momento icónico inmortalizado por fotografías que dieron la vuelta al mundo. Uno de los elementos más recordados de esa noche fue el elegante vestido azul de terciopelo que Diana lució, diseñado por Victor Edelstein. El vestido, con escote en los hombros y corte sirena, se convirtió en una de las piezas más admiradas de su guardarropa y fue subastado décadas después por una cifra millonaria.

Las imágenes de la princesa bailando con Travolta son ahora parte del imaginario colectivo, simbolizando elegancia, glamour y un toque de magia. El actor, en numerosas entrevistas posteriores, ha mencionado lo afortunado que se sentía por haber vivido esa experiencia. “Ella mejoró mi vida y espero haber mejorado la suya en algún aspecto”, declaró.

Travolta recordó también cómo al día siguiente, aún eufórico por el momento, le comentó a un empleado del aeropuerto: “Anoche bailé con la princesa Diana”. Para su sorpresa, el hombre le respondió: “Todo Estados Unidos ya lo sabe”.

A casi cuatro décadas de aquella mágica noche, el encuentro sigue siendo un símbolo de elegancia y nostalgia, un recordatorio de que a veces los momentos más inolvidables surgen de los sueños cumplidos en el lugar y el momento menos esperados. Como dijo Travolta: “Fue un instante que registraré para siempre en mi memoria como algo muy especial y mágico”.