Desde que formó una familia y se convirtió en madre, Juana Repetto cambió su perfil en las redes sociales y comparte diferentes momentos de su vida diaria que tienen que ver con la crianza de sus hijos. También sostiene diferentes intercambios con sus seguidores, desde las quejas que expresa hasta algunos consejos que tienen que ver con los niños.
Cabe recordar que Repetto se encuentra en pareja con Sebastián Graviotto con quien tiene dos pequeños: Toribio y Belisario. La actriz suele compartir en sus perfiles los momentos que vive con sus niños y los desafíos que enfrenta como madre. Por estas horas se dio un nuevo episodio, aunque lejos de lo normal terminó siendo preocupante.
En este contexto, Juana expuso este lunes el susto que se llevó luego de un almuerzo con sus hijos. Luego de mostrar la picada que habían preparado los pequeños, de manera impensada el día terminó por cambiar notoriamente y pasó a estar en la guardia con el mayor de los dos, Toribio.
“Pasaron cosas. A Toro se le clavó una rama de orégano en la amígdala”, comenzó escribiendo la influencer en primera instancia. Este posteo despertó la alarma en todos sus seguidores, ya que situaciones que suenan tan inofensivas como estas pueden ser demasiado peligrosas para cualquier persona, sobre todo si hablamos de pequeños.
EL MAL MOMENTO QUE VIVIÓ TORO, EL HIJO DE JUANA REPETTO
Luego Juana decidió detallar todo lo que pasó y el antagonista de esta historia: una porción de pizza. “Hoy tenía un montón de cosas para contarles y mostrarles, pero… se ve que comiendo pizza a Toro se le clavó en la amígdala un orégano. Él me decía ‘mamá, me pincha acá’. Entonces, lo miré con la linterna del teléfono y tenía un pinche en la amígdala”, relató la hija de Nico Repetto y Reina Reech.
“Vinimos a que se lo saquen. Le dieron una anestesia local que le encantó. Una anestesia que parece que tiene un gusto a mier… fatal. Y te duerme la lengua y todo para que cuando te metan la pinza no vomites”, siguió Repetto, que después mostró el momento en el que le colocaron la anestesia al niño y también el pinche que le sacaron de su garganta: “Miren el cacho de orégano que tenía”.