Los Juegos Olímpicos de París transitan sus últimas dos jornadas. Ya pasaron la mayoría de las emociones, alegrías, tristezas, conflictos, restan algunas pocas disciplinas por dirimirse y la entrega de sus correspondientes medallas. Pero todavía hay margen para situaciones y vivencias curiosas. Mientras mucha gente se daba cita en el Jardín de las Tullerías para presenciar el globo aerostático que oficia de pebetero olímpico y otra eligió apostarse en las escalinatas de Sacre Coeur para hablar con amigos, tomarse una cerveza y escuchar música de artistas ilusionados con un futuro profesional, miles de amantes del beach volley asistieron a las definiciones por medallas del torneo femenino, a metros de la Torre Eiffel. Un escenario hechizante.
Primero fue el turno de la lucha por el tercer puesto entre Suiza y Australia. La medalla de bronce quedó en manos de las europeas, Nina Brunner y Tanja Hueberli, que se impusieron con claridad a las oceánicas, Mariafe Artacho del Solar y Taliqua Clancy, por 2-0 (21-17 y 21-15).
La mayor atracción era, sin dudas, la final por la medallas dorada. Con Brasil, un clásico de los deportes playeros, representado por Ana Patricia Silva Ramos y Duda (Eduarda Santos Lisboa), enfrentando a Canadá, cuya dupla se conformó con Melissa Humaña-Paredes y Brandie Wilkerson.
Tras recuperarse de una desventaja de 11-5, las brasileñas ganaron el primer set por 26-24. Quedó en claro que Canadá no se entregaría fácilmente, al punto de que ganó de manera contundente el segundo set por 21-12. Así, el desenlace llegaría en el tercer y decisivo capítulo.
Con el partido 11-7 para las brasileñas, Canadá obtuvo el siguiente punto y achicó la diferencia a tres. Entonces, lo impensado: una acalorada discusión. Ana Patricia Silva Ramos increpó a Wilkerson de manera reiterada y enseguida las cuatro jugadoras se vieron involucradas. La situación, insólita, llegó a tal extremo que uno de los auxiliares debió interceder, poniéndose en el medio de las jugadoras, para evitar eventuales agresiones.
Una vez tranquilizadas las protagonistas, y habiendo sido amonestadas Ana Patricia y Wilkerson, la brasileña Duda se disponía a sacar. Fue entonces cuando el DJ sacó un as de la manga: puso con buen sonido la canción “Imagine”, de John Lennon. Haciendo pensar inmediatamente en aquello de “Imagine all the people, living life in peace” (Imagina toda la gente, viviendo la vida en paz). Las jugadoras reaccionaron de inmediato. La capitana canadiense Brandie Wilkerson fue la primera que sonrió y celebró la jugada magisral del DJ. Le siguió su compañera Melissa Humaña-Paredes y se sumó la brasileña Duda del otro lado de la red. La más dura, e imperturbable, fue Ana Patricia.
Y lo que siguió fue aún mejor: mientras se revisaba la jugada anterior al conflicto (punto para Canadá por el desvío en el bloqueo brasileño), el público se plegó al canto general de “Imagine” desde las tribunas. Un telón maravilloso para lo que, un minuto antes, parecía convertirse en una pelea fuera de todo protocolo.
Melissa Humana-Paredes and Brandi Wilkerson 🇨🇦 absolute dominate the verbal exchange between them🇧🇷 Duda/Ana Patricia #Paris2024 #olympics
— RGF (@rgfray1) August 9, 2024
Finalmente, Brasil necesitó solo cinco puntos más para vencer a Wilkerson y Melissa Humaña-Paredes, desatando una fiesta en la playa artificial. Fue 26-24, 12-21 y 15-10 y medalla dorada para las brasileñas. La noche en la que la Torre Eiffel tuvo luces, beach volley, una discusión que sorprendió a todos y “la jugada del partido” a cargo del DJ (con la complicidad de John Lennon).
Este sábado, en tanto, será la final masculina, entre los suecos David Ahman y Jonatan Hellvig ante los alemanes Nils Ehlers y Clemens Wickler.