Julio César Chávez compartió una experiencia inusual de su vida profesional: haber sido víctima de supuesta brujería.
Durante una conversación con medios de comunicación, el legendario boxeador mexicano reveló que en sus primeros años como profesional, descubrió que alguien intentaba perjudicarlo mediante rituales de magia negra.
Según relató, encontró muñecos y otros objetos cerca de su casa, los cuales le confirmaron que formaban parte de un “trabajo espiritual”.
Chávez explicó que, al enterarse de esta situación, decidió protegerse usando una cinta roja, un accesorio que se convirtió en su distintivo durante las peleas.
“Fue hace muchísimos años, no sé si se acuerden de cuando me puse por primera vez la cinta roja. Me la puse precisamente porque me estaban haciendo brujería”, comentó el boxeador, según lo recogido por el programa De primera mano.
A pesar de la gravedad de la situación, Chávez optó por no buscar a los responsables de estos actos. Reconoció que no era del agrado de todos y que no le preocupaba caer bien a todo el mundo. En lugar de ello, decidió encomendarse a Dios, depositando su confianza en su fe para sentirse protegido.
“Tenían mi foto en una bandeja con hielo y entonces me dijeron, y ahí fue cuando nació lo de la cinta roja”, afirmó el deportista.
El boxeador también admitió que, aunque no experimentó efectos negativos directos de la brujería, no descarta la existencia de energías que puedan influir en la vida de las personas. Por ello, prefirió tomar medidas adicionales para protegerse, más allá de su fe religiosa.
Chávez, quien además de su carrera en el boxeo ha incursionado en el mundo empresarial, es consciente de que su éxito lo ha convertido en un blanco para aquellos que desean obstaculizar su camino. Sin embargo, su enfoque ha sido siempre mantenerse firme en sus creencias y protegerse de cualquier influencia negativa.
Cómo comenzó Julio César Chávez a usar su distintiva cinta roja
En 1987, Julio César Chávez enfrentó una de las rivalidades más intensas de su carrera contra Edwin Rosario, campeón de peso ligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
En medio de la tensión previa al combate, un asesor del promotor Don King le sugirió a Chávez usar una cinta roja en la cabeza para protegerse de supuestos malos espíritus, según relató el propio Chávez en una entrevista con Yordi Rosado.
La recomendación surgió en un contexto de amenazas e intimidaciones por parte de Rosario, quien incluso involucró a la familia de Chávez en sus provocaciones.
La cinta roja, que se convertiría en un símbolo distintivo del boxeador, fue presentada como un amuleto para contrarrestar un presunto acto de “brujería” que, según se decía, la madre de Rosario había realizado.
La historia cuenta que la fotografía de Chávez estaba en una cubeta con hielo, un ritual destinado a “congelar” su desempeño en el ring.
Chávez, oriundo de Ciudad Obregón, Sonora, ya había alcanzado el éxito en la división de peso superpluma y buscaba consolidarse en una categoría superior. La pelea contra Rosario no sólo representaba un desafío deportivo, sino también un enfrentamiento personal que trascendía el ámbito del boxeo.
La cinta roja se convirtió en un elemento icónico de la imagen de Chávez, acompañándolo en cada combate posterior. Este detalle, que inicialmente fue recibido con escepticismo por el boxeador, terminó por integrarse a su identidad en el cuadrilátero, simbolizando tanto protección como superstición en el mundo del deporte.