WASHINGTON.- La vicepresidenta Kamala Harris fue nominada oficialmente ayer como candidata presidencial del Partido Demócrata, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en ser postulada a la presidencia por uno de los dos principales partidos. Se espera que este martes revele a su compañero de fórmula para la vicepresidencia de Estados Unidos, lo que sería su primera decisión importante como candidata y un paso clave en su intento de ganar la Casa Blanca en noviembre.
Más de cuatro años después de que fracasara su primer intento de llegar a la presidencia, la coronación de Harris como abanderada de su partido pone fin a un periodo tumultuoso y frenético para los demócratas, provocado por la desastrosa actuación de Joe Biden en el debate presidencial de junio, que acabó con la confianza de sus propios partidarios en sus posibilidades de reelección y desató una extraordinaria lucha dentro del partido sobre si debía seguir en la contienda.
Según informó AP, ya eligió a su compañero de fórmula y lo anunciará en las próximas horas.
Ahora, las expectativas están puestas en los candidatos más destacados para ocupar el rol de vicepresidente. Estos son el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y al gobernador de Minnesota, Tim Walz, según dijeron fuentes a Reuters el lunes, después de considerar un campo de finalistas formado por hombres blancos con un historial de ganarse a los votantes rurales, blancos o independientes.
Se espera que Harris comparezca con su compañero de fórmula en un acto en Filadelfia el martes por la noche. Su elección demostrará su pensamiento sobre cuál es el mejor camino para ganar la presidencia y quién cree que sería un socio de Gobierno eficaz si se impusiera a Trump.
Shapiro, de 51 años, es una estrella emergente en el partido con un alto índice de aprobación en Pensilvania, cuyos 19 votos electorales lo convierten en un estado que Harris y Trump deben ganar. Por su parte, Walz, de 60 años, es gobernador de un estado sólidamente demócrata, pero ha demostrado su atractivo entre los votantes rurales blancos, que en los últimos años han votado mayoritariamente a Trump.
Los estadounidenses suelen centrarse en la persona que encabeza la lista a la hora de elegir a quién votar, pero los candidatos a la vicepresidencia pueden ayudar o perjudicar a sus compañeros de fórmula en función de sus antecedentes, la popularidad de su estado de origen y su capacidad para influir en importantes electorados o votantes independientes.
El candidato de Trump a la vicepresidencia, el senador de Ohio J. D. Vance, ha tenido un comienzo difícil, con comentarios anteriores que han alienado a votantes femeninas. Vance seguirá a Harris y a su nuevo compañero de fórmula a varios estados indecisos esta semana, criticando a Harris en cuestiones económicas y de inmigración.
Harris, con su voz única y experiencia como fiscal, promete ser una fuerza formidable en la contienda contra Trump, mientras busca ganarse el apoyo de los votantes demócratas y de todo el país.
Una carrera a contrarreloj
Tras la abrupta retirada de Biden de la contienda, Harris y su equipo trabajaron rápidamente para asegurar el apoyo de los 1976 delegados necesarios para la candidatura. Una encuesta realizada por The Associated Press mostró que Harris consiguió los compromisos necesarios tan solo 32 horas después del anuncio de Biden.
La nominación de Harris se hizo oficial después de cinco días de votaciones virtuales por parte de los delegados de la Convención Nacional Demócrata, con un 99% de los delegados emitiendo sus boletas a favor de Harris. El partido certificará formalmente la votación antes de un pase de lista de celebración en la convención en Chicago a finales de este mes.
Una encuesta de la AP y el Centro NORC encontró que el 46% de los estadounidenses tienen una opinión favorable de Harris, aunque una porción casi idéntica tiene una opinión desfavorable. Sin embargo, más demócratas están satisfechos con su candidatura en comparación con la de Biden, dinamizando al partido que antes estaba resignado a que Biden, de 81 años, fuera su candidato frente al expresidente Donald Trump.
Harris ha dejado claro que no piensa desviarse mucho de los temas que enmarcaron la candidatura de Biden, como la democracia, la prevención de la violencia armada y el derecho al aborto, aunque su discurso puede ser más firme al invocar su experiencia como fiscal.
Agencias AP y Reuters