En 2021, una situación dramática sacudió la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Cientos de migrantes, provenientes mayormente de Irak y Siria, se encontraron atrapados entre las promesas de un paso fácil hacia Europa y la cruda realidad de ser peones en un juego geopolítico. Al igual que Ucrania, Bielorrusia está situada entre Rusia y la Unión Europea (UE), por lo que es objeto de influencia por ambas partes.
¿Qué pasó exactamente? Y más importante aún, ¿qué rol jugaron los medios de comunicación en la forma en que se conoció este conflicto?
El trasfondo de la crisis
Todo comenzó cuando el régimen de Alexander Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde 1994 y conocido como el “último dictador de Europa”, buscó vengarse de la UE tras las sanciones impuestas por las elecciones fraudulentas de 2020. Lukashenko facilitó la entrada de migrantes desde Oriente Medio al eliminar requisitos de visado y organizar vuelos que los llevaban hasta Minsk. Su objetivo era claro: presionar a la UE utilizando a los migrantes como una “arma híbrida”, una forma de desestabilizar a los países europeos y obtener concesiones políticas y económicas.
Polonia y Lituania, principales puntos de entrada a la UE, se negaron a recibir a los migrantes, calificándolos de una amenaza a la seguridad y acusando a Bielorrusia de orquestar el caos. Mientras tanto, los migrantes quedaron atrapadas en condiciones inhumanas, enfrentando el frío extremo, la falta de comida y la indiferencia de las autoridades.
Euronews y Sputnik: dos versiones de una misma historia
Los medios de comunicación jugaron un papel clave en dar a conocer lo que sucedía. Un análisis comparativo de las coberturas de Euronews, un canal europeo, y Sputnik, un medio estatal ruso, revela cómo las narrativas de los medios pueden ser influenciadas por intereses geopolíticos.
Por un lado, Euronews presentó la situación como un ataque a los valores democráticos europeos. Las declaraciones de funcionarios polacos y europeos enfatizaban que Bielorrusia estaba manipulando a personas vulnerables para vengarse de la UE. Frases como “usar a los migrantes como armas es inaceptable” resonaron con fuerza en las noticias.
Sputnik tenía otra versión. En su cobertura, las autoridades bielorrusas eran las víctimas de una conspiración occidental. Lukashenko afirmaba que Europa estaba “haciendo un drama innecesario” y que los verdaderos culpables de la crisis migratoria eran los países europeos, por sus intervenciones militares en Oriente Medio.
Las “fuentes” del conflicto
El análisis de las fuentes citadas por ambos medios también revela mucho sobre sus enfoques. Además, ambos medios demostraron tener sesgos claros en sus narrativas.
Euronews presentó la crisis como una amenaza para la seguridad europea y un abuso de los derechos humanos por parte del régimen de Lukashenko. Utilizó un enfoque más centrado la responsabilidad de la UE para resolver la crisis y en los derechos humanos.
El medio europeo dio más espacio a voces europeas y de ONGs, destacando el sufrimiento humano de los migrantes. Las fuentes principales fueron políticos europeos, quienes describieron la situación como un “ataque híbrido”. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y otros líderes, destacaron la necesidad de reforzar las fronteras y sancionar a Bielorrusia. También se incluyeron testimonios de migrantes y organizaciones humanitarias. Estas voces dieron un toque humano a la crisis, mostrando el sufrimiento de las personas atrapadas entre dos bloques políticos.
Sputnik, en cambio, intentó desviar la atención hacia las supuestas hipocresías y fallos de los países europeos. Priorizó las declaraciones de quienes insistían en que Europa había creado la crisis con sus políticas migratorias contradictorias. El mensaje principal era claro: Occidente es responsable de la crisis migratoria global por sus intervenciones en Oriente Medio y África. Según Sputnik, Europa estaba utilizando la crisis para demonizar a Bielorrusia y justificar sanciones.
Las fuentes europeas estuvieron presentes en Sputnik, pero con un enfoque crítico. Por ejemplo, se resaltaron las tensiones internas de la UE y las denuncias de Polonia sobre una “invasión migrante”, que Sputnik interpretó como una narrativa exagerada para obtener beneficios políticos. Sorprendentemente, Sputnik citó más fuentes europeas que bielorrusas, lo que podría sugerir una estrategia para mostrar los desacuerdos entre la UE y países miembros como Polonia o Lituania respecto a políticas migratorias.
En cuanto a los migrantes, Euronews incluyó testimonios que humanizaban la crisis, mientras que Sputnik los ignoró casi por completo, enfocándose en las declaraciones de gobiernos y militares.
Un enfoque metodológico para entender el framing
La comparación entre Euronews y Sputnik nos enseña que los medios no solo informan, también interpretan y moldean la realidad. La teoría del framing, que explica cómo se seleccionan y presentan ciertos elementos para influir en la percepción del público, es clave para entender este fenómeno.
El artículo académico en el que se basa este análisis utilizó una metodología de análisis de framing, que permite identificar cómo los medios seleccionan y priorizan ciertas narrativas. En este caso, se analizaron las funciones de “diagnóstico” y “pronóstico” en las citas recogidas. Estas funciones ayudan a entender cómo los medios definen un problema, asignan responsabilidades y proponen soluciones.
Euronews priorizó un frame de seguridad y derechos humanos, mientras que Sputnik utilizó un frame de responsabilidad histórica y crítica a Occidente. Aunque ambos medios dieron espacio a múltiples voces, sus narrativas reflejaron los intereses de los bloques que representan.
La metodología utilizada en este caso puede ser replicada para analizar otras crisis políticas, ofreciendo una herramienta para desentrañar los sesgos y prioridades de los medios de comunicación. En un mundo donde la información es poder, entender cómo se construyen las narrativas es más crucial que nunca.
Reflexión final
La crisis migratoria de 2021 expuso las grietas en la política migratoria europea y puso en evidencia el uso de las personas como herramientas políticas. También fue un recordatorio de cómo los conflictos globales son también batallas de narrativas. Para los lectores, este caso destaca la importancia de consumir información de diversas fuentes y reflexionar críticamente sobre lo que nos cuentan.
¿Qué opinas tú? ¿Crees que los medios pueden ser realmente objetivos o siempre habrá una agenda detrás de cada noticia? Comparte tu opinión y sigamos analizando juntos el papel de los medios en el mundo actual.
* María-Luisa Azpíroz es profesora-investigadora en la Escuela de Comunicación de la Universidad Panamericana, campus México. Imparte las materias de Entorno Universal Contemporáneo y Geopolítica. Su investigación se centra en la diplomacia pública y el desarrollo sostenible.