El escándalo que rodea la muerte de Diego Armando Maradona no deja de crecer. A más de tres años de su fallecimiento en un baño que estaba en terrible estado, nuevas declaraciones reavivan las sospechas sobre un entorno que, según muchos, no solo descuidó, sino que también abusó, saqueó y silenció al ídolo argentino.
Esta vez, la protagonista es Verónica Ojeda, expareja del Diez y madre de su hijo Dieguito Fernando, quien rompió el silencio con acusaciones que ya hacen temblar al círculo más íntimo del astro. Durante su testimonio en el juicio por la muerte de Maradona, Ojeda apuntó contra los médicos acusados de mala praxis.
Pero también lanzó una bomba que sacude la memoria del ídolo: “Le robaron todo”. Su denuncia sobre lo que ocurrió con la baulera personal de Diego es tan grave como devastadora: camisetas desaparecidas, objetos personales saqueados y un entorno que se habría beneficiado hasta el último segundo de la vida del 10.
“Los iba a denunciar por tener a Diego secuestrado”, declaró Ojeda en la audiencia, dejando helados a los presentes. Según ella, Maradona no solo estaba en un estado de salud lamentable, sino que además estaba cautivo de un entorno tóxico que lo aislaba de sus afectos y lo mantenía bajo vigilancia constante.
“Vi a Diego muy demacrado, pálido, con los ojos amarillos”, relató. Y no lo dice cualquiera: Verónica fue una de las pocas personas que logró ver a Diego en sus últimos días. “Lo vi el 11, el 18 y el 23 de noviembre”, recordó, apenas horas antes del trágico 25 de noviembre de 2020.
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“Me decía ‘llévame con vos’ cada vez que me veía”, agregó, dejando en evidencia la angustia que vivía el Diez en sus últimos momentos. Estas palabras no solo conmueven, también encienden alarmas: ¿Estaba realmente Maradona en condiciones dignas en sus últimos días?
La revelación más explosiva llegó cuando Ojeda narró un episodio que, de comprobarse, confirmaría el saqueo sistemático al patrimonio de Diego. “Vi a un familiar de Rocío Oliva salir con un bolso. Le pedí a seguridad que lo revisaran. Cuando lo abrieron, estaba lleno de camisetas de Diego”, denunció.
Camisetas que no solo tienen un valor sentimental incalculable, sino también un valor económico millonario en el mercado de coleccionistas. La baulera de Maradona, según Ojeda, fue vaciada, “Le robaron varias cosas”, afirmó con contundencia.
Lo que antes era solo un rumor, ahora tiene nombre y rostro: alguien habría comenzado a saquear los recuerdos más preciados del ídolo antes incluso de que falleciera, es así que indignada Ojeda no se guardó nada. Con voz firme, apuntó directamente contra Matías Morla, abogado y ex mano derecha de Maradona.
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Morla hoy en día está completamente enfrentado a la familia del exfutbolista. “Vi marihuana en su mesita de luz”, denunció Verónica, aludiendo a un abandono total de parte de quienes debían cuidar al ídolo. En el juicio se presentó un audio de Morla: “¿Qué querés que haga? Yo ya le dije que ese entorno no… Yo no soy médico”, se lo escucha decir, con un dejo de indiferencia que causa indignación.
La ex pareja de Diego también relató una situación alarmante con el médico Leopoldo Luque, uno de los imputados: “Vi a Luque tomando alcohol con Diego y después lo vi borracho”. No es solo un detalle. Luque no era un amigo: era su médico de cabecera. “Tiene que tratarlo como paciente, no puede sentarse a tomar alcohol con él”, denunció.
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Lo más estremecedor del testimonio de Ojeda es su convicción de que Diego no murió por casualidad. “Lo mataron a propósito”, dijo. “Ellos querían verlo mal”. La querella, que impulsa la hipótesis del homicidio con dolo eventual, encuentra en las palabras de Ojeda un respaldo potente.
“Me di cuenta que algo le estaba pasando. Lo vi desfigurado, con las manos y la panza hinchadas”, recordó. Todo apunta a un deterioro progresivo que habría sido ignorado o, peor aún, inducido. No se trata solo de una negligencia médica. Se habla de un “plan criminal” para dejar morir a Diego y acceder a su fortuna. Y si se confirman las sospechas sobre la baulera saqueada, el robo habría comenzado antes de su muerte.
La denuncia de Ojeda también pone en el centro del debate la custodia de los bienes de Maradona. ¿Dónde están sus camisetas? ¿Qué pasó con sus relojes, sus trofeos, sus documentos, sus objetos personales? La baulera —que debería haber sido un santuario del Diez— fue desvalijada, según ella.
La familia lleva años reclamando una administración transparente de la herencia, pero las peleas internas, las denuncias cruzadas y los misterios en torno a sus bienes han hecho que todo se estanque. Con la revelación de Ojeda, el reclamo toma una nueva dimensión: ya no se trata solo de dinero, sino de respeto.
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