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La legendaria gimnasta Nadia Comaneci mostró su indignación por un incidente en la final de suelo de los Juegos Olímpicos de París 2024. La situación afectó a la deportista rumana Ana Barbosu, quien creyó haber ganado una medalla de bronce que finalmente no obtuvo. “No puedo creer que juguemos de esta manera con la salud mental y las emociones de las deportistas. Protejámoslas”, pidió Comaneci al comentar un video que muestra a Barbosu celebrando con la bandera de su país antes de llorar desconsoladamente cuando su conquista le fuera arrebatada en los escritorios.
Barbosu inicialmente alcanzó una puntuación de 13.700, colocándola en la tercera posición detrás de la brasileña Rebeca Andrade con 14.166 y la estadounidense Simone Biles, quien obtuvo 14.133. Sin embargo, la reclamación presentada por la otra gimnasta estadounidense Jordan Chiles cambió el destino de Barbosu. Los jueces revisaron la puntuación de Chiles, originalmente de 13.666, y la incrementaron a 13.766, lo que la llevó a ocupar el tercer lugar, relegando a Barbosu a la cuarta posición. “Se le cayó la bandera de las manos cuando vio la nueva nota de Chiles, miró alrededor con incredulidad y comenzó a llorar después de que sus entrenadores le confirmasen la mala noticia”, describió la devastadora escena la agencia EFE.
Según Daily Mail, la protesta de Jordan Chiles se centró en su puntaje de dificultad, que los entrenadores argumentaron había sido calculado incorrectamente. Tras la revisión, los jueces elevaron su dificultad de 5.8 a 5.9. La puntuación final de Chiles fue 13.766, 0.066 puntos más que el de Barbosu.
Los emocionantes momentos se vivieron intensamente dentro y fuera de la competencia, ya que, mientras los jueces resolvían la apelación, Barbosu no fue consciente de la advertencia en el marcador sobre la revisión en curso. Al confirmarse la nueva puntuación para Chiles, la rumana, entre lágrimas, fue consolada por su entrenador. “Ana Barbosu es la gimnasta con más clase, que ha apoyado a otras gimnastas. Ve un tercer puesto en el marcador y luego se reduce al cuarto. El llanto devastador es algo que NUNCA sucede con esta gimnasta. Simplemente horrible,” aseguró el blog de gimnasia The Medal Count.
En cuanto a los otros resultados, Simone Biles y Jordan Chiles ocuparon el podio junto a la ganadora del oro, Rebeca Andrade. Las tres deportistas, rivales de años pero también amigas, mostraron un gesto de respeto cuando las estadounidenses se arrodillaron y señalaron a Andrade en el podio, protagonizando una de las imágenes que trascenderán estos Juegos Olímpicos.
Las redes sociales se dividieron en sus opiniones, con muchos usuarios compartiendo sentimientos de tristeza por Barbosu y respaldando la mirada de Comaneci, y otros celebrando el éxito de Chiles. “Estoy feliz por Jordan Chiles, pero al mismo tiempo triste por Ana Barbosu de Rumania. Ella pensó que había ganado la medalla de bronce. Pero debido al cambio de puntuación para Jordan Chiles, Ana fue empujada al cuarto lugar”, fue una de las miradas que afloraron en las redes.
También los hubo más vehementes: “Rumania fue robada en la final de suelo de gimnasia, ¿cómo es que rechazaron la consulta de Sabrina Voinea pero aceptaron la de Jordan Chiles, cuando la rutina de Sabrina definitivamente merecía una puntuación más alta”, cuestionó otro usuario. En efecto, la rumana Voinea finalizó quinta, cerca de la batalla por las preseas, pero su reclamo no fue tratado de la misma manera.
Algo similar opinó Comaneci en su cuenta en X (antes Twitter). “Esta rutina de piso necesita una revisión… Necesitamos proteger la salud mental de los atletas”, insistió para sus casi 200.000 seguidores. A los 62 años, Nadia, quien se convirtió en la primera gimnasta en lograr un puntaje perfecto (10) en los JJOO de Montreal 76, es una gran referente de la disciplina. Cada tanto, comparte en sus redes videos en los que repite rutinas de su juventud con impactante agilidad y gracia, como sucedió a fines de abril.