La monja Martha Pelloni estuvo en el Vaticano y habló del caso Loan y la hipótesis de la venta de órganos

ROMA.- Por segunda vez en menos de un mes, el caso de Loan Danilo Peña, desaparecido en Corrientes hace poco más de siete meses, volvió a retumbar este lunes en el Vaticano. Durante una cumbre convocada por el papa Francisco para llamar la atención sobre los derechos “pisoteados” de millones de niños en el mundo, la monja Martha Pelloni, en efecto, recordó el caso de Loan. Y, tal como hizo hace poco más de dos semanas el papa Francisco, lo vinculó con la trata y venta de órganos.

“El papa Francisco hace unos días hizo mención del caso Loan en Corrientes con una de esas posibilidades de la trata: el tráfico de órganos, que existe más de lo que nosotros pensamos. Es un negocio en el que intervienen clínicas, hospitales, especialmente psiquiátricos, con médicos, enfermeros, choferes de ambulancias, policías y abogados”, denunció Pelloni, coordinadora de la Red Infancia Robada, al disertar en una sesión dedicada al derecho de los niños a vivir en un ambiente sin violencia.

“Es tan grande el dinero que se mueve, que obliga a un silencio mayor. Y por eso de este tema no se habla y se quiere hacer creer que no existe”, agregó, dejando asombrados a los demás líderes que participaron de la cumbre -que fueron desde la reina Rania de Jordania al exvicepresidente estadounidense Al Gore-, que se encontraban sentados junto al papa Francisco en una mesa circular montada en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Además de evocar el caso Loan, Pelloni -que en los años 90se hizo popular en la Argentina al exigir justicia en el caso de violación y muerte de la adolescente María Soledad Morales, estudiante del colegio en el que ella era rectora, en la capital de Catamarca-, pintó un cuadro dramático de la situación de los niños en la Argentina. Recordó, en efecto, que si bien desde 1989 la Declaración Universal de los Derechos de los Niños tiene rango y jerarquía constitucional, en la Argentina “nos encontramos hoy con una enorme brecha entre la legislación y la realidad”.

Pelloni, de 83 años y de la Congregación de Carmelitas Misioneras Teresianas, subrayó que “la pobreza social es estructural y es la causa de generar en los niños violencias cada vez más complejas” y que “la violencia del abuso de poder en el Estado es a la vez causa madre de la corrupción en las instituciones que deben cuidar a los niños”.

“Mientras los derechos humanos y sociales no sean educados, asumidos e integrados en los gobiernos de los países, habrá que luchar mucho desde las organizaciones sociales, para lograr gobiernos que los defiendan e implementen”, afirmó. Y observó: “Con esta realidad actual y existente en la desprotección de los derechos del niño encontramos que los artículos 34, 35 y 36 de la Convención, que son contra el abuso, explotación sexual, venta y trata de niños, no se cumplen”.

En este marco, describió la situación de “padres jóvenes sin trabajo que se drogan y maltratan a sus hijos, lo que motiva al Estado a que cargue a los hijos, que son llevados a guarderías del mismo Estado y que en varias oportunidades se han hecho denuncias también por malos tratos”.

“En esta situación de los niños, la ley obliga a cumplir 180 días a darlos en adopción. Lo más triste en esta situación es que aparece en muchos grados de familia la corrupción de la venta de esos niños que se adoptan: son sumas de dinero impensables”, sumó.

“Explotación de la vida”

Pelloni habló también de la subrogación de vientres, que “no solo es explotación de la vida y dignidad humana, sino que muchas veces es puerta abierta para la venta de bebés por internet”, algo que definió “una nueva modalidad de trata de personas por medio de la cibernética”.

Lamentó también la existencia de “niños que trabajan en villas y barrios con una vida en situación de vulnerabilidad”, muchos de los cuales, “a partir de los diez años, venden droga”. “Otros consumen droga y salen a robar”, agregó, al denunciar asimismo que “cada vez es mayor la cantidad de esos niños que no van a la escuela”.

“Muchos no tienen quien se ocupe de ellos. Algunos van y no pueden ser contenidos en las instituciones, con el agravante de que tenemos una realidad por pérdida de valores de padres y docentes que tampoco tuvieron límites, no saben ponerlos”, agregó.

La monja Martha Pelloni estuvo en el Vaticano junto al papa Francisco y habló del caso Loan en la cumbre sobre los derechos de los niños.

En este marco, resaltó que “la pérdida de valores en esta sociedad por la decadencia educativa arrastra múltiples formas de violencia: niños y niñas no educados por una sexualidad integral consumen desde los 9 años pornografía”. “Con la educación sexual integral hacemos un llamado a la Iglesia, a colegios católicos, fundamental en todas las catequesis”, dijo, al reconocer, sin embargo, que “hay miedo para ellos”.

Habló, por otro lado, de las “niñas madres de 12 y 13 años que deben afrontar una maternidad inmadura” y de los “niños y niñas explotados también sexualmente en sus propios hogares, o vendidos para la prostitución y trata, que son robados en clínicas y hospitales”. “Otros son secuestrados para ser explotados sexualmente en la pedofilia, explotados en trabajo forzado y mendicidad o tráfico de órganos”, también acusó. Fue entonces que evocó a Loan y denunció el silencio ante un tema que se quiere hacer creer que no existe.

La religiosa señaló como otra realidad de la explotación el trabajo de niños en el campo argentino. “El más castigado es el de las familias con los niños que son trasladados desde por ejemplo Bolivia a la Argentina para la cosecha de tomate pimiento. Los llaman ‘golondrinas’, viven en campos de ricos muy pobremente y sufren del abuso de los agrotóxicos que han motivado muertes de niños y anormalidades de nacimientos”, indicó.

“La justicia pone la balanza en la defensa de los ricos”, deploró. “La dignidad humana tan manoseada por los intereses monetarios y capitalistas de nuestros países, nos llama a luchar por lo que hemos venido a este encuentro”, aseguró finalmente. “Nos unimos a la convocatoria del papa Francisco con el Jubileo de este 2025 para encontrar el camino de la paz, con la esperanza que no defrauda”, concluyó, generando una catarata de aplausos.