Marcelo Polino estuvo de visita este sábado por la noche en el programa de Mirtha Legrand y habló a corazón abierto de una serie de cuestiones muy íntimas relacionadas a su vida privada. El periodista estuvo junto a Fátima Flórez, su amiga y con quien trabaja durante la temporada teatral de verano, por lo que aprovechó la confianza de la mesa para explicar algunos detalles que hasta ahora no se conocían mucho.
“Siempre me acuerdo de vos, Polino, que querías adoptar un chico y no pudiste, qué lástima”, introdujo en un momento Mirtha, para lo que luego Polino pasó a explicar: “Estuve casi nueve años porque las carpetas se renuevan cada dos. Ya en la tercera dije que no, que ya estaba, me dediqué a ser padrino de Matilda Salazar”.
Luego, reflexionando sobre su padrinazgo con la hija de Luciana Salazar, Polino detalló: “Es lo más lindo que hay en el mundo. Voy a buscarla, la llevo a los shows y después se la llevo a la madre. Es re lindo el rol de padrino”. Luego, cambiando de tema, la presentadora le preguntó por qué trabajaba tanto y qué hacía con todo el dinero que ganaba.
“Me van a matar, porque cada vez que vengo me preguntás lo mismo. Yo ya trabajo porque me gusta”, se sinceró, para luego hablar de su vida sentimental y explicar vive junto a su gata Perla: “Vivo solo, no tengo pareja. Tengo una gatita. Tenía dos y el otro falleció. Se llama Perlita, mi gato Paquito vivió 17 años y esperó que llegara de la temporada con Fátima y falleció a los dos días”.
LA ANGUSTIA DE MARCELO POLINO POR LA MUERTE DE SU GATO PAQUITO
La muerte de su gato Paquito golpeó mucho a Marcelo, que explicó que el dolor es tan fuerte que no quiere volver a adoptar a otra mascota. “Dije, después de Perlita no quiero un gato más, porque lo que sufro cuando muere la mascota… no quiero más”. Definitivamente, una pérdida bastante difícil de superar.
Desde hace años se sabe que Polino y sus gatos tienen un vínculo muy cercano. Incluso durante la cuarentena por coronavirus en 2020 había dado una nota por Zoom a Cortá por Lozano y explicó: “Yo siento que mis gatos me odian, porque yo durante el año no estoy nunca, siento que ya los molesto”. Una anécdota divertida de cómo sus mascotas lo acompañaron a cada momento.